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Sophie Squire

El número de muertos está aumentando a medida que una ola de calor continúa arrasando partes de Estados Unidos y Canadá.

En la provincia canadiense de la Columbia Británica, según las autoridades, al menos 233 personas murieron entre el 25 y el 28 de junio. Esto son 100 más que el promedio habitual. Lytton, en la provincia, registró temperaturas de casi 50 grados el martes 29 de junio, un nuevo récord para Canadá. En el área de Vancouver, en un solo día, la policía respondió a 65 llamadas de muerte súbita.

La ola de calor se ha atribuido a una “cúpula de calor”. Esto ocurre cuando el aire del Océano Pacífico queda atrapado y se calienta. Las capas de aire caliente han aumentado el espesor de la atmósfera en toda la región, creando una “cúpula”. El calor aumenta el espesor del aire, aumentando aún más las temperaturas.

La crisis climática significará que los eventos climáticos extremos, como este, se volverán más frecuentes.

Temperaturas

Al otro lado del noroeste del Pacífico, en EEUU, las infraestructuras existentes no pueden hacer frente al aumento de las temperaturas que causa decenas de muertes. La región, que generalmente experimenta un clima templado, está sufriendo cortes de electricidad y escasez de agua. El calor hace que el hormigón se deforme y rompa.

En Portland, Oregon, el servicio de tranvía de la ciudad se suspendió debido a que el calor, literalmente, derretía sus cables. Y cientos de personas se vieron obligadas a buscar refugio en centros de enfriamiento cuando las temperaturas se dispararon en la ciudad a 45 grados el lunes 28 de junio.

En partes del estado de Washington, los distritos escolares detuvieron los servicios de autobús debido a que el aire dentro de los vehículos se volvió demasiado peligroso para que viajasen los niños y las niñas.

Los patrones temen que la ola de calor afecte las cosechas de frutas en toda la región. Pero no se ha desarrollado ninguna acción para proteger a los trabajadores de la fruta.

Protecciones

El sindicato United Farm Workers tuiteó: “Washington no requiere que los empleadores nos brinden (a los trabajadores agrícolas) las protecciones contra el calor necesarias para salvar nuestras vidas. Esto debe cambiar.”

“Es la temporada de las cerezas, por lo que las condiciones son increíblemente peligrosas. Con las necesidades de mano de obra al máximo de su capacidad, los trabajadores desde los 12 hasta más de 70 años están ahí fuera trabajando. Cuando hace calor no podemos descansar adentro. Si nos pagan a destajo, existe un incentivo perverso que nos empuja al borde de la muerte.”

Reyna López es la directora del sindicato Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste, que representa a los trabajadores agrícolas en el estado de Oregon. Ella dijo: “Este año ha sido una montaña rusa de condiciones climáticas. Son las comunidades más marginadas las que primero están sintiendo esos efectos.”

Y las condiciones climáticas extremas no se limitan solo al noroeste del Pacífico. Las advertencias meteorológicas siguen vigentes en los estados de California y Nevada.

En un discurso pronunciado en Wisconsin esta semana, el presidente Joe Biden admitió que Estados Unidos necesitaba una mejor infraestructura para hacer frente a los efectos de la crisis climática. Actualmente está presionando por tirar hacia adelante un proyecto de ley de infraestructuras. El proyecto de ley supuestamente proporcionará más fondos para carreteras, banda ancha y transporte público, aunque mucho menos de lo que Biden prometió originalmente.

Pero las y los activistas climáticos dicen que no proporciona fondos suficientes para las adaptaciones climáticas. El director ejecutivo del Movimiento Sunrise, Varshini Prakash, dijo: “Ya sea que la administración Biden sea consciente o no, las disposiciones climáticas del proyecto de ley de infraestructura bipartidista son una fracción miserable de sus promesas de campaña, que en sí mismas eran ya una fracción de lo que es necesario para reconstruir nuestra economía y detener la crisis climática.”

A pesar de todas las garantías de Biden de que está comprometido con la lucha contra el cambio climático, esto no impidió que su servicio secreto arrestara a docenas de activistas climáticos que protestaron frente a la Casa Blanca. Los jóvenes activistas del Movimiento Sunrise bloquearon con éxito las diez entradas de la Casa Blanca el lunes, 28 de junio, para exigirle a Biden que invierta en más infraestructura y creación de empleo.

Pero a menos que se tomen medidas inmediatas para comenzar a abordar el cambio climático, habrá más horrores como la actual ola de calor, e incluso peores.


Sophie Squire es militante del Socialist Workers Party, grupo hermano de Marx21 en Gran Bretaña. Este artículo apareció en su web.

Foto: United Farm Workers