Paty Gómez
Su nombre es Teresa Soler i Pi, pero como nombre artístico cogió el apellido de su marido, Pep Rebull.
Nació en Sabadell en 1919 y murió en Banyuls de la Marenda, en 2015. Hija de Balbina Pi y Gonçal Soler, dos revolucionarios anarquistas.
Era una activista política y después artista y cantautora catalana, que defendió los derechos de los catalanes y la cultura y la lengua catalanas desde el exilio. Un exilio que le afectó profundamente, ya que la mantuvo alejada de Catalunya. Formó parte de una generación decidida a cambiar el mundo a través de la política y el arte.
De pequeña, con solo 12 años, empezó a trabajar en una fábrica textil, y a pesar de provenir de una eminente familia anarquista se convirtió en marxista afiliándose al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Aquí defendió las ideas de izquierdas, republicanas y feministas.
También trabajó para la Generalitat, gracias a que su madre era amiga del presidente de la Generalitat, Lluís Companys.
Con el estallido de la guerra civil trabajó como enfermera para las tropas antifascistas, hasta ser encarcelada en Barcelona por los hechos de mayo de 1937, el breve conflicto armado en las calles de Barcelona desatados por el asalto impulsado por el partido estalinista, PSUC, contra el control obrero en la sede de Telefónica, y que desembocó en una brutal represión contra el POUM. Cuestión por la que se fue de casa de sus padres.
Más tarde logró huir. Se fue hacia Vic, donde se encontró con su compañero Pep Rebull y distintos artistas.
Resistencia
En 1941 se exilió a Francia, donde se reencontró con su compañero que no podía volver por haber sido condenado. Allí se unió a la resistencia partisana durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras la guerra, Rebull estuvo muy involucrada en los florecientes movimientos artísticos y culturales de París, donde se asoció con Jean-Paul Sartre, Albert Camus y donde participó con entusiasmo en el levantamiento de mayo del 68.
Más tarde, formó parte de la fundación del PSC (Partido Socialista de Catalunya), pero dejó de militar en 2006 a raíz del recorte del Estatut.
A partir de 1968, en París y en la Catalunya Nord, entró en contacto con el movimiento de la Nova Cançó, donde era conocida como “la abuela”, debido a que tenía más edad que el resto de los principales integrantes del movimiento, como Lluís Llach, María del Mar Bonet, Ovidi Montllor, Quico Pi de la Serra, o Raimon.
A partir de entonces, a sus 50 años, decidió dedicarse a ser cantautora, con giras por todo el Estado español y también por países europeos en defensa de la lengua y la cultura catalanas, hasta 1980.
Utilizó la música y el arte como un arma contra la dictadura franquista. Tuvo una gran actividad musicando poemas de poetas catalanes. Una de las más reconocidas es el Paisatge de l’Ebre, un poema de Josep Gual i Llobera. También musicó El meu país, de Miquel Martí i Pol, uno de los poemas más relacionados con el exilio.
Rebull permaneció activa hasta su muerte en 2015, a los 30 años. Mientras que los defensores de las matemáticas burguesas pueden afirmar que en realidad tenía 95 años, Rebull siempre insistió en que cualquiera que escribiera sobre su muerte dijera que no tenía más de 30 años.
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