Eric Fretz
El piquete de la huelga en el enorme centro logístico de Amazon en Maspeth (Queens, NYC) tenía casi 100 personas y se turnaban para mantenerlo.
Había una buena cantidad de personas trabajadoras de Amazon (parecía que en su mayoría eran conductoras), pero también muchos miembros y personal del sindicato Teamsters que los apoyaba, y una buena cantidad de solidaridad externa, incluidos un par de miembros visibles de DC37, la sección sindical de Nueva York de AFSCME, el importante sindicato del sector público.
El piquete estaba justo delante el edificio de Amazon. Me dijeron que la estrategia era dejar que salieran una cierta cantidad de camionetas de Amazon cada cinco minutos, no tratando de detener todo el movimiento (lo que invitaría a la intervención policial), sino de retrasarlo.
Una de las dos pancartas de mano principales de los Teamsters que se llevaban en la marcha decía “Obedezcan la ley”. Con esto, señalaba el hecho de que Amazon no aceptaba negociar con el sindicato pero, aun así, para ser un piquete, preferí llevar la pancarta de “Huelga de ULP”.
Un conductor en el piquete dijo que, si realmente quisieran cerrarlo, bloquearían la entrada de los camiones grandes, no las numerosas furgonetas que salen, pero eso requeriría una mayor fuerza. Llevaba dos años en el trabajo y dijo que ahora tiene graves problemas de espalda.
Escalofriantes
Otro conductor en el piquete, con solo tres meses en el trabajo, me contó muchos detalles escalofriantes sobre cómo Amazon depende de la competencia entre los diferentes DSP (Delivery Service Providers, proveedores subcontratados de servicios de entrega) para ejercer presión sobre las y los conductores, establecer objetivos imposibles y romper en secreto los acuerdos de seguridad.
Los DSP reciben un pago por cada paquete entregado y se preocupan de que no se renovará su contrato si otro proveedor lo hace mejor. Amazon especifica el salario, las condiciones y los objetivos, incluidos dos descansos de 15 minutos, pero la necesidad de cumplir los objetivos implica que nadie puede tomarse los descansos. Muchos incluso trabajan durante su hora para el almuerzo, sin cobrar. Un conductor hacía jornadas laborales de 11 horas.
Otro dijo que tiene menos de cinco días de trabajo a la semana y que puede hacer horas extra cuando lo necesiten, pero que podrían recortar sus días si hace menos entregas que otros conductores.
Su DSP tiene varios gerentes y su jefe. Algunos juegan al “poli malo” y humillan al último conductor que regresa.
Cada camioneta debe ser inspeccionada tras un turno, pero la plantilla solo tienen 90 segundos para hacerlo. Si hay un problema con la camioneta significa que será retirada del servicio para reparaciones, la dirección del DSP dice “no digas nada a Amazon, nos ocuparemos de ello”. Cuando se rompió una ventana, le dijeron que la bajara antes de la inspección para que no se notara.
Estaba molesto no solo por la presión y el efecto sobre su salud, sino porque el sistema es malo para los clientes, con paquetes dejados bajo la lluvia, notificaciones de entrega oficiales falsificadas, etc., para acelerar. Dijo que la gente sabe que esto no está bien, pero se siente presionada a aceptarlo. “Te cambia desde dentro hacia afuera”.
Seis de los aproximadamente 30 conductores de su DSP se unieron a la huelga. Todos se quejaban de las condiciones de trabajo, pero muchos temían que los despidieran o les redujeran las horas de trabajo.
Los trabajadores de Amazon que hicieron huelga y pasaron seis horas en el piquete recibieron un pago por huelga del gran sindicato Teamsters. Aunque no tenían un sindicato reconocido en estas instalaciones, estaban protegidos legalmente contra las represalias por la ley estadounidense sobre “actividad concertada” en torno a ciertas cuestiones laborales, en este caso una protesta coordinada y anunciada contra la negociación injusta por parte de Amazon.
Trump
Amazon está contando con que la administración Trump impulsará más medidas antilaborales. Han presentado una demanda ante la NLRB (Junta Nacional de Relaciones del Trabajo) contra la votación a favor de establecer un sindicato en el centro de Staten Island, Nueva York. También apelan a la Corte Federal para que ésta declare inconstitucional la NLRB. Esta demanda podría terminar en la Corte Suprema —con mayoría de derechas— y sacudiría fundamentalmente la legislación laboral estadounidense.
Por otro lado, Amazon es propiedad de Jeff Bezos, que también es dueño del Washington Post y ha sido criticado a menudo por Trump.
El presidente de los Teamsters, Sean O’Brien, habló en la Convención Republicana, donde Trump fue nombrado candidato republicano, y los Teamsters fueron uno de los sindicatos que no respaldaron a Kamala Harris.
En las elecciones, Trump aprovechó el hecho de que los demócratas evitaran la política de clases y los efectos de la inflación bajo Biden para hacerse pasar por amigo de los trabajadores (blancos) ignorados. (Por supuesto, Trump esgrimió el argumento de “los trabajadores estadounidenses y las pequeñas empresas estadounidenses contra los inmigrantes y el comercio chino”, en lugar de las y los trabajadores contra los patrones). Algunos pensaron que O’Brien estaba usando todo esto para lograr que Trump se pusiera de su lado, o al menos no actuara contra esta campaña sindical en particular.
Pero al ver los problemas de que Trump se volviera contra Amazon, Bezos intervino en el proceso editorial del Washington Post para impedir que publicaran un editorial en apoyo a Harris. Tras las elecciones, Bezos dijo que era “muy optimista” sobre una segunda administración de Trump. Y ahora ha cenado con Trump y Elon Musk, y ha ordenado a Amazon que done un millón de dólares para la próxima investidura de Trump.
Los jefes sindicales que creen que se han hecho amigos de Trump pueden llevarse una sorpresa desagradable. Otros empresarios pro-Trump, como los propietarios de Walmart, querrían ver a Amazon perjudicada, para dañar a un competidor, pero aun así se pondrán de parte de Amazon contra los sindicatos, debido al precedente público que podría sentar.
Eric Fretz es militante de Marx21 US, nuestro grupo hermano en Estados Unidos.
La foto de cabecera es de Ramy Mahmoud/QNS.