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David Leiva

Las declaraciones de los directores de “No Other Land” en la Berlinale, denunciando la política de Israel hacia el pueblo palestino, desataron la polémica.

El documental israelo-palestino No Other Land sigue causando polémica incluso en Israel.

El domingo 25 de febrero, la película ganó el premio al mejor documental en la Berlinale, el festival internacional de cine de la capital alemana. No Other Land se centra en el activista palestino Basel Adra que, junto con el israelí Yuval Abraham, documentó la demolición de casas por parte del gobierno israelí en su región, en las colinas al sur de Hebrón, en Masafar Yatta.

Al recibir el premio por su película, Basel Adra, junto a Yuval Abraham, acusaron a Israel de “masacrar” a la población palestina y criticaron la venta de armas alemanas a Israel. Esta postura fue aplaudida en la Berlinale, pero también calificada de “chocante” por los políticos alemanes. Y desde la entrega del premio y los discursos de los directores, no han dejado de llover amenazas, sobre todo por parte de la sociedad israelí, que no está dispuesta a escuchar estos comentarios.

Yuval Abraham hizo estas declaraciones el domingo en la ceremonia de clausura de la Berlinale, cuando ganó el premio al mejor documental junto a su codirector palestino: “Basel y yo tenemos la misma edad. Yo soy israelí, Basel es palestino. Y dentro de dos días vamos a volver a una tierra en la que no somos iguales. Esta situación de apartheid entre nosotros, esta desigualdad, debe terminar”. El fragmento del discurso del cineasta israelí fue difundido por el canal 11 israelí, y fue calificado de “discurso antisemita”.

Desde entonces, Yuval Abraham recibe amenazas de muerte a diario.

El martes siguiente, una multitud de activistas de extrema derecha fue a buscarlo a casa de su familia. Porque antes que documentalista, Yuval Abraham es ante todo un militante contra la ocupación y un perfecto arabófono. No duda en denunciar la situación en los territorios ocupados.

Sobre todo, cuando rodaba su recién premiado documental en las colinas al sur de Hebrón, una zona donde los palestinos están siendo expulsados de sus tierras.

“Francamente, todo lo que vemos es una enorme injusticia, así que estoy enfadado”, declaró el cineasta hace unos meses. “Pero por mucho que documente todas estas violaciones, las fuerzas de ocupación israelíes siempre harán lo que quieran…”.

Yuval Abraham afirma que, a pesar de todo, le complace que la premiada película haya generado tanta controversia, y espera que millones de personas la vean cuando se estrene.