Es la hora de una acción masiva contra los ataques genocidas, escribe Kunle Wizeman Ajayi desde Nigeria
“Permítanme decir esto también; quintocolumnistas se han infiltrado en las agencias de seguridad. Este es un hecho que debemos enfrentar como nación. Hay muchas personas que no deberían estar ahí; son agentes de estos criminales, y a veces incluso comprometen a sus colegas. Y por eso hay muchos emboscados cuando estas agencias de seguridad llevan a cabo operaciones”.
Así habló el gobernador Caleb Luftwang de Plateau, Nigeria, lamentando los recientes asesinatos masivos en su estado. Más de 160 personas fueron asesinadas por grupos armados en Nochebuena y Navidad en tres Áreas del Gobierno Local (LGAs) en el estado céntrico de Plateau. Los asesinatos, obviamente, continúan revelando los brutales fracasos de la policía y el ejército nigerianos para resolver las diversas guerras internas en el país en todas las regiones, desde el Este hasta el cinturón central y el núcleo del Norte.
Piensa que estos asesinos se llevaron a cabo en más de 20 aldeas en las LGAs de Barkin Ladi, Bokkos y Mangu.
Incluso el Cuartel General de Defensa —la máxima autoridad del alto mando militar— declaró que, aunque el ejército recibió más de 30 llamadas de socorro de los aldeanos cuando se estaban llevando a cabo los ataques, no pudo responder lo suficientemente rápido porque el terreno en esas comunidades es “difícil”. Esta no es una excusa extraña, ya que una y otra vez, el ejército ha servido a los intereses de unos pocos en lugar de a los intereses del pueblo.
La parte más vergonzosa es que cuando ocurren los asesinatos en las comunidades, desde hace décadas, no se realiza ningún arresto o investigación exhaustiva, sino simplemente festivales de condolencias.
En respuesta a los asesinatos navideños, el director del país de Amnistía Internacional, Isa Sanusi, declaró: “Las autoridades nigerianas deben investigar las inexcusables fallas de seguridad que permitieron la horrible matanza de más de 140 personas por parte de hombres armados en más de 20 aldeas”. También denunció que “los hombres armados estuvieron asesinando y destruyéndolo todo durante más de 48 horas, trasladándose de un pueblo a otro”.
En un artículo reciente, señalé el papel del capitalismo neoliberal en la explotación de materias primas del país mientras destruyen producciones locales y todo el control estatal de sectores clave de la economía. Escondiéndose tras ideas divisorias como conflictos religiosos y étnicos, los saqueadores privados desatan el terror sobre los ciudadanos para explotar el territorio, obteniendo enormes cantidades de recursos para alimentar la acumulación primitiva de riqueza. Es por eso que la autodefensa democrática del pueblo del Plateau ha sido muy difícil. Los personajes del gobierno local, estatal y federal no se preocupan mucho por los ríos de sangre.
Antecedentes
A los del ejército y del Gobierno, los asesinatos en el Plateau no les importan o simplemente les benefician directa o indirectamente. Eso lo vimos en 2021, cuando ocurrieron incidentes similares a este genocidio.
En ese momento, la coalición de fuerzas de izquierdas Coalición por la Revolución (CORE) emitió un comunicado condenando a la policía y a los soldados por sus ataques a la pacífica manifestación masiva de jóvenes y mujeres del Plateau, celebrada por el aniversario del genocidio de Plateau en 2001. Ese genocidio fue en realidad el comienzo de más de dos décadas de guerras internas y ataques terroristas en el Plateau.
CORE señaló que el aniversario de 2021 marcaba “veinte años desde que se desató una carnicería desenfrenada en Jos [la capital del estado de Plateau]. Los ciclos de violencia desde entonces han tomado varias formas. Esto incluye y ha sido igualmente impulsado por la represión estatal. Los agentes del orden estaban una vez más dispuestos para causar estragos violentos entre jóvenes, mujeres y hombres en Jos esta mañana. Estos jóvenes se habían propuesto organizar una procesión conmemorativa en memoria de los muertos y para instar al renacimiento de la paz y la armonía basada en la justicia”.
Fortalecidos por el movimiento #EndSARS, que pedía la disolución de una unidad policial especialmente violenta, los jóvenes se organizaron como el Movimiento Siete de Septiembre. Como explicó CORE, movilizaron a cientos de jóvenes en una procesión que clamaba contra la violencia y pedía una paz duradera. Pero la policía no permitió esta manifestación por la paz, ellos “los dispersaron, dispersando las coronas que venían a colocar por los muertos. Estos policías fueron vistos bebiendo alcohol y fumando durante horas antes de que comenzara la procesión”.
La policía actuaba siguiendo la orden del gobierno del estado de Plateau. El escenario estaba preparado mediante un comunicado de prensa emitido por el Sr. Dan Manjang, en el que advertía que “los agentes de seguridad han sido puestos en alerta roja para enfrentarse al desafío, arrestando a cualquiera que viole esta directiva”.
Baba Aye y Gbenga Komolafe, coordinadores conjuntos de la Coalición por la Revolución, plantearon algunas preguntas: “¿Es frente a los jóvenes que quieren recordar a los muertos que un estado serio debería poner en alerta a los agentes de seguridad? O ¿contra los bandidos que han estado campando a sus anchas en el mismo estado; matando, mutilando y saqueando a personas pobres? ¿No debería el propio gobierno del estado de Plateau estar conmemorando este día histórico y llenándolo de esperanza para un renacimiento de la paz y una vida social armoniosa en el estado?
Ganancias políticas personales
También durante los recientes asesinatos de Navidad, el gobernador Caleb Luftwang estaba ocupado festejando con el presidente Tinubu en Lagos mientras más de 160 personas estaban siendo asesinadas en el Plateau. Todo esto es por sus ganancias políticas personales, en lugar de la seguridad y el bienestar del pueblo.
Desde el socialismo revolucionario hemos declarado claramente que solo la autorganización democrática de las defensas populares puede traer paz a corto plazo, mientras que una paz duradera solo puede llegar cuando haya una mejor vida para el conjunto de la población, y no solo para unos pocos.
El estado de Plateau probablemente tenga el terreno geográfico más hermoso de Nigeria. Es un centro de atracción para el turismo, y es por eso que los fundadores pusieron su lema oficial como “Por la paz y el turismo”. Pero el Plateau se ha convertido en un teatro de todo tipo de bandolerismo religioso y étnico. No puede haber turismo sin paz. Así que cuanta más violencia haya en el Plateau, más la paz duradera se convierte en una ilusión insensata.
Frente a esto, hay una necesidad urgente de reconstruir los esfuerzos de 2021 del Movimiento Siete de Septiembre con más pasos adelante, buscando construir un movimiento con el apoyo de masas. Hay una necesidad de que todos los grupos radicales, movimientos y organizaciones de personas trabajadoras/jóvenes, especialmente las coordinadoras de sindicatos, colaboren activamente y lideren campañas gigantescas por la paz.
Kunle Wizeman Ajayi es militante de la Socialist Workers League, organización hermana de Marx21 en Nigeria