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Marx21.net

Con este número, llegamos a las 50 ediciones del boletín. Es un buen momento para hacer balance.

La red anticapitalista Marx21 fue creada por media docena de personas que habían militado en En lucha, tras fracasar sus intentos de evitar la disolución de ese grupo, lo que ocurrió a finales de octubre de 2016. (Ver el texto “¿Por qué necesitamos una organización revolucionaria?” que resume su argumentación.)

Dos semanas después de la liquidación de En lucha, se publicó el primer número de este boletín. Esa edición, del 16 de noviembre de 2016, llevaba en portada el titular “Trump y la amenaza de la nueva derecha”; ese multimillonario ultra acababa de ganar las elecciones presidenciales en EEUU. En los mismos días se celebró en el Raval, Barcelona, la primera charla pública del nuevo grupo, “Donald Trump: ¿Por qué ha ganado y cuál es la alternativa?”

Tanto el boletín como la charla indicaban la orientación de la nueva (y muy pequeña) red. Se buscaba ofrecer respuestas a las preguntas difíciles de los movimientos y la izquierda, pero respuestas accesibles para las personas corrientes que se preocupan por la situación del mundo.

Ya entonces quedaba claro que la lucha contra el racismo y la extrema derecha es una de las prioridades de la red. El segundo boletín, del 9 de diciembre de 2016, llevaba el titular: “Contra la xenofobia; Contra el sistema”.

Dicho esto, los ámbitos de interés son mucho más amplios. El tercer boletín, con fecha del 4 de febrero de 2017, tenía como portada “La independencia de Catalunya: Por la ruptura”.

Se defendió, tanto en la edición castellana como en la catalana, la necesidad de que la izquierda española diera pleno apoyo al derecho a decidir del pueblo de Catalunya. “Si nuestros enemigos logran ahogar esta demanda democrática de Catalunya, tendrán más fuerzas para reprimir todas las otras demandas democráticas y sociales que existen en cualquier territorio. En cambio, la victoria de Catalunya, frente a todo lo rancio del Estado español, sería una victoria para el progreso en Madrid, Sevilla, Zaragoza…”

También advirtió de los peligros de depender de Puigdemont y la coalición de entonces, Junts pel Sí, formada por Convergència y Esquerra Republicana, que seguía aplicando políticas neoliberales como gobierno de Catalunya. Ese año fue, por supuesto, el del referéndum y la brutal represión desatada por el Estado español.

Internacionalista

Ante esto, la apuesta de Marx21, de trabajar por crear una red en el conjunto del Estado español —de hecho, dos miembros del grupo inicial vivían en Andalucía— no entraba en conflicto alguno con una defensa internacionalista y de clase del derecho a decidir y a la independencia de Catalunya, Euskal Herria, etc.

Parte de esta apuesta ha sido producir el boletín en dos ediciones: en castellano y en catalán. En general, los contenidos son idénticos, con la lengua como la única diferencia, pero supone que, en ocasiones, se ha podido enfatizar más una lucha específica en una u otra edición.

Siendo un grupo muy pequeño, nunca ha sido fácil mantener una periodicidad regular del boletín. Por ejemplo, en 2017, el primer año entero de existencia de la red, solo se publicaron 5 números (recordemos, siempre en dos idiomas). Más recientemente, se ha logrado mantener un ritmo más o menos mensual, si se combinan los boletines numerados y los “suplementos” que se han sacado sobre temas específicos.

Los suplementos son un buen ejemplo de la flexibilidad que da este formato de publicación. Los hay que recogen diversos artículos sobre un tema: por ejemplo, el sindicalismo, la lucha contra el cambio climático, o más recientemente sobre Palestina. Pero también hay suplementos formados por un solo texto largo y más teórico: sobre la lucha trans, Afganistán, el análisis marxista de Cuba…

Tanto los boletines “normales” como los suplementos representan, como siempre fue el objetivo, herramientas para la formación de más personas en las ideas del marxismo revolucionario, el socialismo desde abajo.

Con el tiempo, Marx21 ha ido creciendo; sigue siendo un grupo reducido, pero ahora lo formamos medio centenar de persones, en diversos territorios del Estado español.

La manera de distribuir el boletín, vía PDF, para imprimir localmente, supone no tener que imprimir y enviar grandes paquetes a diferentes sitios del Estado, así ahorramos recursos. También supone que una persona nueva en el grupo puede imprimir y distribuir boletines, aun encontrándose (por el momento) sola en su ciudad.

Ofrecer el boletín a personas con las que coincidimos en los diferentes movimientos y luchas —o incluso en nuestro lugar de trabajo o estudio— es un acto sencillo, pero de un valor político enorme.

Desafiar

Las ideas reaccionarias —racistas, transfóbicas, militaristas…— crecen por doquier. El hecho de presentar una publicación que desafía estas ideas contribuye a evitar que se vuelvan hegemónicas. Pero no solo esto, sino que se plantean también maneras de combatirlas en la práctica, desde las charlas públicas hasta impulsar y participar en movimientos unitarios, contra el fascismo y el racismo, contra la guerra, etc.

En esto, es muy importante la apuesta por publicar en papel. Aun siendo una publicación modesta y pequeña, el boletín impreso puede estar presente en la sala de descanso de una oficina, hospital, fábrica, etc., o en el comedor de una facultad, de una manera que un tuit o incluso una página web no pueden.

El hecho de ofrecer el boletín a tus colegas te obliga a tomar en serio sus argumentos. Un militante de un partido más “normal” puede simplemente evitar plantear las políticas que sabe que son impopulares; en su página web pueden tener artículos muy antirracistas, pero ese militante puede simplemente desentenderse del tema si oye comentarios racistas en su círculo de colegas.

En cambio, si distribuyes un boletín que rechaza el racismo, la LGTBIfobia, las guerras imperialistas, que incluso rechaza la demonización de Hamas, te obliga a plantar cara a los discursos de odio… y además te da más herramientas para hacerlo.

Es más, no existe un bloque ideológico fijo y cerrado, sino que el análisis de las cambiantes situaciones se debe ir elaborando de manera continua y colectiva.

El hecho de producir y distribuir colectivamente una publicación compartida nos obliga a discutir y aclarar nuestros análisis, afinándolos continuamente. Representa, por tanto, un elemento esencial en la construcción de un grupo revolucionario, aún más si implica a personas repartidas por todo el Estado español.

Así que, aun siendo una red de activistas que dista bastante del modelo ortodoxo de “partido leninista”, Marx21, y el boletín que ahora cumple 50 ediciones, son una aplicación práctica de lo que planteó el revolucionario ruso, Lenin, hace más de 120 años:

“El periódico no es solo un propagandista colectivo y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo… Mediante el periódico y en relación con éste, se irá formando por sí misma una organización permanente”.

En eso estamos, y cuantas más personas que compartan nuestra visión se sumen al proyecto compartido, mejor.

 


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