Rubén Vargas participa en una plataforma asturiana de solidaridad con Palestina, donde se propuso apoyar la declaración “Hay que parar la guerra. Ni terrorismo, ni genocidio.” Envió unas observaciones críticas sobre el contenido de la declaración al resto de la plataforma, que nos ha parecido interesante reproducir aquí. Hay que destacar que la declaración que se planteó no es la visión mayoritaria de la plataforma de solidaridad, de la misma manera que las observaciones críticas reproducidas aquí tampoco son necesariamente una visión mayoritaria, aun habiendo recibido reacciones positivas por parte de diversas personas en la plataforma. El debate fraterno, incluyendo las discrepancias, sobre tales cuestiones debería verse como algo constructivo y formativo dentro de los movimientos políticos y sociales.
No quiero ser sectario, pero creo que este texto es problemático por diversas razones.
1) El subtítulo: “Ni terrorismo, ni genocidio.” Creo que un texto para pedir un alto al fuego que anteponga el “terrorismo” en orden de aparición al genocidio, es cuanto menos cínico teniendo en cuenta que el lado que sigue bombardeando y disparando a civiles palestinos hasta ahora es el ejército de Israel.
2) El primer punto del texto: Un texto que pretenda pedir un cese del fuego empezando con un punto condenando las “criminales acciones terroristas de Hamás” cuando llevamos más de un mes presenciado los bombardeos indiscriminados de las fuerzas aéreas israelíes y la siguiente invasión terrestre de la Franja de Gaza —que en el momento de escribir ha supuesto el asesinato de más de 10.000 personas casi la mitad de ellos menores de edad— es injusto y desproporcionado. El Estado israelí debería detener su masacre de civiles palestinos independientemente de lo que haga o deje de hacer Hamás.
3) Pienso que cuando un Estado ocupa otro país es el deber moral de la población ocupada resistirse a la ocupación por cualquier método que sea necesario y esto incluye la lucha armada. La acción de Hamás y de otros grupos palestinos es exactamente eso: parte de la lucha armada. Por eso no estoy de acuerdo con firmar un texto que condene a Hamás de ser un grupo terrorista. Desde mi punto de vista es un movimiento de liberación nacional de carácter islamista. Desde luego que se pueden criticar aspectos de su política e ideología. Pero firmar un texto que contenga la condena de Hamás como preámbulo es como firmar por el fin del apartheid en Sudáfrica condenando a la ANC y a Nelson Mandela de terroristas, o si firmáramos abolir la esclavitud, pero condenáramos que los esclavos de Haití que degollasen a sus amos blancos, o como exigir el fin de la guerra en Vietnam y de la ocupación de EEUU condenando al Viet Cong y a Ho Chin Min (y eso que este último persiguió a muchos trotskistas) de terroristas.
4) “Israel tiene derecho a defenderse”. No estoy de acuerdo, Israel pierde el derecho moral a defenderse mientras siga ocupando las tierras descritas como Palestina según la ONU. No se puede ser el agresor y la víctima a la vez. He de apuntalar que yo personalmente no creo en la “solución” de dos Estados, por tanto, cuestiono seriamente la existencia de un Estado israelí sionista desde su formación.
5) “A Hamás, detener sus ataques terroristas y la liberación incondicional de los rehenes.” Como expongo en los puntos anteriores, no podemos exigirle a Hamas ni a ninguna organización palestina que cese la lucha armada contra un Estado que les ocupa. En cuanto a la liberación de los 240 rehenes no me parece mal que Hamás libere rehenes. ¿Pero vamos también a exigir que Israel libere a sus rehenes: los 5.000 presos palestinos, algunos de los cuales llevan encarcelados desde los 12 años?
No estoy de acuerdo con Hamás y preferiría que el pueblo palestino optara por liberarse con un movimiento socialista revolucionario desde abajo. Pero no tengo el lujo de esperar a que las condiciones sean favorables para ello. Es el pueblo palestino quien tiene que decidir cómo defenderse; desde luego no podemos ser paternalistas y decidirlo por él. [Añadimos aquí que Hamás ganó las últimas elecciones para la dirección de la Autoridad Palestina, en 2006. Fatah, el partido perdedor, intentó llevar a cabo un golpe de Estado con el apoyo del Estado israelí.]
Sé que el tema de Hamás es peliagudo y no todas las personas van a compartir mi forma de ver el asunto. Pero intentar meterlo con calzador para que las organizaciones firmen la declaración presentada no lo veo. Otros movimientos sociales que abogan por la lucha unitaria desde abajo, compuestos por personas diversas, no se pillan los dedos con este tema.
Tenemos el ejemplo de Unitat Contra el Fascisme y el Racisme (UCFR) de Catalunya, movimiento que busca luchar contra el fascismo y el racismo, compuesta con personas de diversas formaciones, incluyendo a personas que no tienen una postura crítica frente a la existencia del Estado israelí o el sionismo. Sin embargo, pudo sacar un comunicado “Gaza nos duele” criticando el bombardeo de Gaza sin tener que mencionar a Hamás para condenarlo o no, aún teniendo en cuenta que este espacio no era el más indicado para apoyar al pueblo palestino.
Soy nuevo en el grupo y no sé qué postulados y acuerdos se han aprobado o no sobre el asunto. Pero creo que, si no se ha tratado ya, el establecer mínimos sobre lo que podemos estar de acuerdo es importante. Si hay algún documento que recoja esto estaría genial verlo para leérmelo.
¡Desde la solidaridad y la lucha con el pueblo palestino!