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Sophie Squire

¿Quién es la figura parecida a Donald Trump que ha tomado la delantera en las recientes elecciones en Argentina y por qué está acumulando tanto apoyo?

Javier Milei es economista libertario de extrema derecha convertido en estrella de televisión y locutor de radio. Obtuvo el 30% de los votos en las recientes elecciones primarias en el país latinoamericano.

El politólogo Juan Negri de la Universidad Torcuato di Tella dijo: “Nadie imaginó tal resultado para Milei. Llegó primero en áreas donde no tiene estructura ni apoyo. Un elefante pasó junto a nosotros y no lo vimos”. Algunos periódicos, incluido el diario liberal británico, The Guardian, lo han bautizado como “bufón”.

Pero Milei, que encabeza la coalición de partidos de derecha “La Libertad Avanza”, es mucho más aterrador que eso. Está en contra del aborto incluso en casos de violación y piensa que el cambio climático es una “mentira socialista”. En una perorata, dijo que el comercio de órganos humanos debería ser legal porque “es solo otro mercado”.

Milei ha prometido prohibir los bloqueos de calles y carreteras, una forma popular de protesta y revuelta en toda América Latina. Milei combina estos puntos de vista con ideas muy particulares sobre cómo se puede recuperar la tambaleante economía argentina imponiendo austeridad y privatizaciones.

Durante más de 20 años, ha estudiado y enseñado corrientes económicas de derecha que intentan justificar el capitalismo. Para estabilizar la economía para los patrones y las corporaciones, Milei quiere recortar el gasto gubernamental en bienestar y servicios públicos. Y quiere introducir el dólar estadounidense como moneda nacional, subcontratando efectivamente las decisiones económicas clave a Estados Unidos.

También está a favor de privatizar la compañía petrolera nacional del país y reemplazar el sistema de salud pública de Argentina. Después de la gran votación a favor de Milei, mientras la agitación se apoderaba de los mercados, el gobierno devaluó la moneda argentina, el peso, en un 22%.

Esto fue a petición del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero ahora los inversores han considerado que la política económica de Milei podría proporcionar la “terapia de shock” que creen que necesita la economía. Algunos jefes ahora lo consideran una mano más segura que Sergio Massa, el candidato presidencial de la coalición gobernante Unión por la Patria.

Con algunos de los empresarios de su lado y gente común y corriente harta de los mismos partidos y políticos, Milei podría salir victorioso, tal como lo hizo Jair Bolsonaro en Brasil en circunstancias similares.

Las recientes elecciones fueron primarias donde cada partido elige a su candidato presidencial. Un partido o coalición solo puede presentarse a las siguientes elecciones si obtiene el 1,5% de los votos nacionales.

En las elecciones de octubre se elegirán el presidente, el vicepresidente y el parlamento. Para ganar la presidencia, un candidato necesita obtener el 45% de los votos o al menos el 40%, pero con una ventaja del 10 por ciento sobre sus oponentes. De no ser así, se llevará a cabo una segunda vuelta entre los dos candidatos principales.

Pobreza y desesperación

En las últimas elecciones presidenciales de 2019, el Partido Libertario de Milei solo logró obtener el 1,47 por ciento de los votos con José Luis Espert como candidato. Entonces, ¿qué ha cambiado para este partido atípico y una figura como Milei? La respuesta más obvia es que la economía argentina está en una profunda crisis y lleva algún tiempo así.

La inflación anual en Argentina superó el 100% en marzo. Solo en un mes, entre enero y febrero, los precios de los alimentos aumentaron casi un 10%. En el momento de escribir la inflación anual ha alcanzado el 115,6%. La mitad de todos los niños menores de 15 años viven ahora en la pobreza.

Una madre con sus hijos que recogía bocadillos gratis de una organización benéfica explicó al periódico Le Monde la desesperada situación de la gente corriente. “Todo es tan caro”, dijo. “Tuve que vender mi celular para comprar comida y medicinas. Las madres preferimos privarnos para que nuestros hijos e hijas puedan comer”.

La gente corriente en Argentina pasa hambre, pero los principales partidos políticos casi no han ofrecido ninguna solución. El sistema político argentino es complejo y los partidos políticos forman coaliciones sobrecargadas para ingresar al gobierno.

El actual presidente es Alberto Fernández, quien forma parte de una coalición llamada Unión por la Patria. Ha tenido índices de aprobación consistentemente bajos a lo largo de su presidencia. La Unión por la Patria constituye una de las dos principales coaliciones cuyos partidos han dominado la política argentina durante las últimas dos décadas.

Ahora la gente corriente en Argentina está harta de más de la misma miseria, aumento de precios y pobreza que estos políticos no pueden solucionar. La exlíder del ala juvenil del partido de Milei, La Libertad Avanza, Mila Zurbriggen, explicó por qué los jóvenes están recurriendo a políticos como él.

“La indignación de mi generación es muy profunda. Siente un profundo disgusto por los políticos. Creo que (Milei) ha sabido canalizar muy bien ese rechazo. Él existe gracias a los políticos desconectados de la realidad de mi generación e inconscientes del daño que han hecho. Han hecho la vista gorda ante nuestras necesidades y nos están tomando el pelo”.

Los fracasos de la izquierda ayudaron a la derecha

Milei se ha posicionado como una ruptura con lo que él llama “la casta”. Lo que realmente quiere decir es que se presenta como una ruptura con las ideologías políticas que han dominado la política argentina.

El primero es el peronismo, que lleva el nombre del oficial del ejército Juan Perón, que asumió el poder a mediados de los años cuarenta. Diez de los 13 presidentes de Argentina desde 1946 han sido peronistas. Los principales pilares de esta ideología son presionar por una mayor intervención estatal en la industria y ser un mediador entre las personas trabajadoras y los llamados “patrones patrióticos”.

El otro es el kirchnerismo, basado en las ideas del expresidente Néstor Kirchner y la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Su rama del peronismo tiene un brillo de izquierda que ha atraído al Partido Comunista y a partes del Partido Socialista. Pero ninguna de estas ideologías ha sido una respuesta a las crisis económicas habituales.

Los líderes peronistas y kirchneristas han impuesto austeridad para que la clase trabajadora y las personas pobres paguen por los problemas capitalistas.

Milei es un verdadero peligro. Pero no serán el peronismo, el kirchnerismo u otras alternativas dominantes las que traerán el cambio. En cambio, la gente común y corriente necesita la resistencia de las y los trabajadores independientes y una política socialista que sea hostil a todas las maniobras de la clase dominante.

El desafío de la izquierda radical

Si bien algunas personas comunes y corrientes en Argentina votaron por la extrema derecha, el voto por la extrema izquierda no se colapsó. La coalición que reúne a varios partidos trotskistas, el Frente de Izquierda de los Trabajadores – Unidad (FIT-U), obtuvo el 2,65% de los votos en las elecciones, quedando en quinto lugar.

El resultado fue ligeramente menor que el voto conjunto de los candidatos presidenciales que formaron parte de la coalición en 2015. Aquí lograron obtener el 3,25 por ciento del total de los votos. Myriam Bregman será la candidata del FIT-U a la presidencia.


Este artículo apareció en Socialist Worker, nuestra publicación hermana en Gran Bretaña