El actual crecimiento de la extrema derecha va acompañado de ataques contra muchos de los avances logrados en las últimas décadas en la lucha contra las opresiones. Un aspecto de estos ataques es el aumento de la LGTBIfobia y especialmente la transfobia.
En el Estado español, en lugares donde gobiernan en coalición, el PP y VOX han intentado censurar libros y películas, ¡incluida la película “Lightyear”, simplemente por mostrar un corto beso entre dos mujeres!
Para hacer frente a estos ataques, es útil aprender de luchas anteriores. Michael Dance es miembro del Socialist Workers Party (organización hermana de Marx21 en Gran Bretaña), activista LGTBI+ y profesor.
Fue un miembro activo en la lucha contra la Cláusula 28, una ley homofóbica introducida por Margaret Thatcher en Gran Bretaña en la década de 1980. Lo entrevistamos sobre esa lucha.
Marx21: ¿Qué era la Cláusula 28? ¿Qué decía y a qué áreas afectaba?
Michael Dance: La Cláusula 28 era una represión desde el ámbito legal a la creciente afirmación de los derechos de lesbianas y gays en Gran Bretaña en la década de 1980.
Algunos ayuntamientos habían comenzado a tomar medidas positivas en las escuelas y en otras instituciones públicas para oponerse por primera vez a la discriminación LGTBI+.
El gobierno conservador de Thatcher aborrecía estas medidas y presentaba a estos movimientos positivos como un ataque a la familia. Consideraban que la Cláusula 28 era una defensa de los estándares morales. Declaraba que ninguna institución tenía el derecho de “promover la homosexualidad”.
Esto era absurdo, ya que no se puede “convertir” a las personas en homosexuales. Pero estaba conectado con su idea de que cualquiera que apoyara los derechos LGTBI+ en las escuelas estaba de alguna manera influyendo/forzando a los jóvenes a ser LGTBI+.
Una estrategia similar está siendo utilizada hoy en día por la extrema derecha en todo el mundo para vincular las ideas progresistas sobre las personas LGTBI+ con el abuso infantil y el “grooming”[1]. Por lo tanto, en efecto, difama a las víctimas de la opresión y a quienes las apoyan, insinuando que son “antinaturales” y peligrosas.
Las personas jóvenes que están descubriendo su sexualidad/género y quienes intentan ayudarlas son señaladas como el problema.
La Cláusula 28 se convirtió en ley en 1988. Tuvo un gran efecto en todas las instituciones de gobierno local, pero su efecto principal fue suprimir cualquier discusión sobre la homosexualidad en las escuelas. Duró 15 años hasta 2003.
¿Cómo afectó sobre el terreno en las escuelas, bibliotecas, ayuntamientos, etc.?
Creó un ambiente de miedo en las escuelas, por lo que en muchos casos dirección, consejos escolares y personal docente tenían miedo de iniciar cualquier trabajo positivo para enfrentarse al acoso homófobo o discutir el tema abiertamente.
Había muy pocos libros, si es que había alguno, sobre temas LGTBI+ en las bibliotecas. Debido al temor de ser objeto de inculpación/señalamiento/vergüenza/despido, muchas y muchos docentes tenían miedo de mencionar temas LGTBI+.
¿Cómo afectó a la vida cotidiana de las personas LGTBI+?
Supuso para el personal docente y el alumnado una gran preocupación acerca de salir del armario, y sufrieron discriminación y exclusión. Algunas y algunos docentes homosexuales temían perder sus empleos. El tema de la homosexualidad fue ignorado en el plan de estudios. Donde ocurrían incidentes homofóbicos, se dificultaba que el profesorado los abordara.
El alumnado LGTBI+ no tenía un lugar para hablar acerca de sus ideas sobre su propia sexualidad/género. En el currículo escolar se hizo muy poco.
Algunos y algunas docentes, como yo, continuaron tratando temas LGTBI+, salieron del armario en la escuela e incluyeron el tema en textos y lecciones. Pero siempre estaba presente el temor, en segundo plano, de que una madre o padre pudiera presentar una queja.
¿La cláusula 28 estuvo acompañada de otros ataques a los derechos LGTBI+?
La Cláusula 28 llegó en el apogeo de la crisis global del VIH/SIDA. Los medios estaban llenos de historias de horror y mentiras sobre las personas LGTBI+. Presentaban el VIH/SIDA como una “peste gay”. Esto hizo que la ley fuera aún más despiadada y odiosa.
Yo sentía que Thatcher y su gobierno serían felices si las personas LGTBI+ no existieran.
Llevó a un aumento en la discriminación cotidiana, de los ataques homofóbicos y permitió que las personas homófobas pasaran al ataque sin ninguna consecuencia.
Supuso un retroceso en la lucha contra la discriminación LGTBI+ en las escuelas durante 15 años.
Los ataques LGTBfóbicos de hoy están asociados a ataques más amplios, contra las mujeres, las personas migrantes, trabajadoras y pobres, etc. ¿Sucedió igual con la cláusula 28?
Es realmente importante entender que estos ataques vinieron tras la derrota de muchos grupos de personas trabajadoras en Gran Bretaña, especialmente el sindicato más poderoso, el National Union of Mineworkers (Sindicato Nacional de Mineros), en 1985.
El gobierno se sintió envalentonado para enfrentarse a otros grupos sociales porque confiaba en que no habría oposición.
Sin embargo, había una gran cantidad de enfado en la sociedad y la Cláusula 28 se convirtió en otra estrategia para dividir a las personas y desviar ese enfado hacia otras personas y lejos del gobierno.
¿Cómo respondieron el movimiento LGTBI+, los sindicatos, la izquierda…?
Esta fue la primera vez que el gobierno promulgó una ley contra las personas LGTBI+ desde la despenalización de la homosexualidad en 1967. Por tanto, en primer lugar, hubo una gran indignación y muchos sectores del movimiento sindical y de la izquierda tomaron una posición en contra de la Cláusula 28.
Hubo dos grandes manifestaciones en Londres y una en Manchester. Sin embargo, también hubo una debilidad, que era que la organización, representación y política sobre temas LGTBI+ en los sindicatos estaban en una etapa incipiente.
Además, los sindicatos habían sido derrotados y estaban en una posición débil para contraatacar. Era necesario que hubiera un mayor vínculo entre la lucha de clases y la lucha contra la opresión.
Esto ha cambiado mucho en los últimos 30 años en Gran Bretaña y ahora hay muchas más posibilidades.
¿Cuál fue el papel del Partido Laborista?
Gran parte de la izquierda del Partido Laborista se opuso a la Cláusula 28. El partido tomó una posición formal en contra de la Cláusula 28.
Sin embargo, en general a la dirección del partido le preocupaba dar un apoyo completo a la oposición porque querían parecer respetables y temían lo que podrían pensar las personas votantes de mayor edad. Se preocupaban más por las elecciones que por tomar la lucha en serio.
¿Cómo afectó a esta lucha la herencia de LGSM (Lesbians and Gays Support the Miners – Lesbianas y Gays en Apoyo de los Mineros), la experiencia mostrada en la película Pride?
Los vínculos establecidos entre las personas LGTBI+ y el National Union of Mineworkers del sur de Gales en la Gran Huelga de 1984/85 crearon un efecto dominó en el desarrollo de la organización, la representación y la política en todos los sindicatos, la izquierda y el Partido Laborista. Sin embargo, esto todavía estaba en sus primeras etapas en 1988 cuando se introdujo la Cláusula 28.
La influencia de LGSM ha tenido una gran resonancia en Gran Bretaña y todavía es una inspiración para el activismo sobre cómo vincular la lucha de la clase trabajadora con la lucha contra la opresión.
Los sindicatos han desempeñado un papel importante en el cambio de visión en Gran Bretaña en los últimos 30 años. El registro como pareja de hecho, el matrimonio y la adopción para personas del mismo sexo son derechos que ahora existen legalmente. Esto no habría sucedido sin las luchas desde abajo que comenzaron con esas batallas en la década de 1980.
¿Cómo y cuándo se derrotó la Cláusula 28?
La Cláusula 28 fue finalmente abolida en 2003 en el segundo mandato del gobierno laborista bajo Tony Blair.
Blair no se dio ninguna prisa y no la abolió hasta 6 años después de ganar sus primeras elecciones. La cúpula del Partido Laborista tenía reticencias a la hora de defender abiertamente los derechos LGTBI+ y el efecto que esto podría tener en su voto si iban contra la “opinión pública”.
Lo que marcó la diferencia fue la corriente de opinión que desde abajo cambió la percepción acerca de las personas LGTBI+ en Gran Bretaña. Eso es más relevante que depender del Partido Laborista.
¿Qué lecciones se pueden sacar para las luchas actuales?
Hoy en día hay una base mucho más sólida de organización en cuanto a los derechos LGTBI+ en todos los sindicatos británicos.
También es importante crear un enfoque inclusivo en las escuelas y colegios para que las personas LGTBI+ sean “normalizadas” a través de tratar temas LGTBI+, textos, películas, pronombres, orgullos y de la celebración de la vida LGTBI+. Es posible convencer al profesorado en las escuelas para adoptar esta posición.
Sin embargo, la derecha de hoy está utilizando tácticas similares contra las personas trans para negar sus derechos, crear discriminación y alienarlas para crear división.
Necesitamos vincular las luchas actuales y las huelgas relacionadas con los salarios/la crisis del costo de la vida con la defensa de las personas trans y la lucha por los derechos LGTBI+.
Esto significa desarrollar las luchas desde abajo y no depender del Partido Laborista ni de los líderes sindicales.
Solo a través del poder de las personas trabajadoras vinculadas con la lucha por la liberación podremos finalmente poner fin a nuestra opresión.
Nota:
[1] Se denomina “grooming” al abuso de menores caracterizado por ganarse la confianza de la víctima y construir un vínculo con ella para posteriormente cometer abusos sexuales.
Si quieres saber más de la lucha por la liberación LGTBI+, mira nuestro folleto Pride, política y protesta. Está disponible on-line, o (mejor) hazte con un ejemplar en papel, de activistas del grupo (3€).