Corriente Socialismo Internacional
Declaración de la Corriente Socialismo Internacional, de la que Marx21 forma parte, sobre los terremotos en Turquía y Siria.
1. Declaramos nuestra solidaridad con todas las víctimas de los terribles terremotos que azotaron Turquía y Siria el lunes 6 de febrero. Esta es una gran catástrofe humana. El número de muertos ya superó los 33.000, pero las compañías de seguros suponen hasta 200.000 muertes. Pero esto no es un “desastre natural”. Los terremotos son inevitables en regiones como esta, donde se vienen produciendo desde la antigüedad. El terrible número de muertos, sin embargo, es consecuencia de la acción y la inacción humana, moldeada por un sistema capitalista basado en la explotación e impulsado por la acumulación competitiva del capital.
2. Acción: el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan, basado en el partido islamista neoliberal AKP, pero ahora en coalición con el partido fascista MHP, lleva más de 20 años en el poder en Turquía. El crecimiento económico del que se jacta Erdoğan ha sido impulsado por un auge de la construcción que ha enriquecido a los patrocinadores capitalistas del AKP. En este auge, hay ministros que han reconocido que las normas de construcción han sido sistemáticamente ignoradas. Alrededor de 20.000 personas murieron en el terremoto de Gölcük de 1999. Gracias a las medidas de protección, solo tres personas murieron en el terremoto de 2022 en Fukushima, Japón, a pesar de que ambos fueron terremotos de 7,4 grados de magnitud. Inacción: después de los terremotos de Gölcük y Düzce, se introdujo un impuesto especial sobre terremotos que recaudó 37.000 millones de dólares. Según un exministro, el dinero no se gastó en construir edificios a prueba de terremotos, sino en “salud, caminos, túneles, puentes”. Como dicen nuestros camaradas en el Partido Socialista Obrero Revolucionario en Turquía, esto no es nada menos que un asesinato masivo.
3. Esta negligencia criminal se ve agravada por la respuesta del gobierno turco ante el desastre: la imposición de un estado de emergencia para aumentar los poderes represivos del Estado, la lenta movilización de los servicios de ayuda y rescate que dejó a la gente asfixiada bajo las ruinas, las denuncias de Erdoğan de “llorones” y “saqueadores”, y una campaña oficial contra la “desinformación”. “No hay Estado”, dijo un cirujano en Adiyaman al periódico Financial Times. Pero la verdad es que el Estado turco tiene sus propias prioridades, que incluyen proteger a la tríada de políticos, contratistas y burócratas que crearon las condiciones para esta catástrofe. En lugar de tratar de compensar todo lo que ha hecho y dejado de hacer, el gobierno del AKP-MHP está ocupado culpando a las víctimas.
4. Los terremotos han afectado una vasta zona que se extiende desde Trabzon hasta Palestina. Los efectos no solo trascienden las fronteras estatales, sino que representan un nuevo golpe en regiones afligidas por la guerra: la guerra civil en Siria, las rivalidades entre los subimperialismos regionales, la guerra del Estado turco contra el pueblo kurdo, las intervenciones imperialistas de EEUU y Rusia. El desastre es un golpe particular para el pueblo sirio, cuyas vidas han sido devastadas por años de intervenciones imperialistas y la brutalidad del régimen de Bashar al-Assad y un gran número de refugiados se encuentran dispersos por todo el país y en los países vecinos.
5. La escala de esta crisis excede los recursos de los Estados afectados. Actualmente, las potencias imperialistas occidentales tienen tres prioridades: hacer que su propia gente trabajadora pague la crisis inflacionaria, elevando las tasas de interés y el desempleo y bajando los salarios; enviar armas a Ucrania para derrotar a sus rivales rusos; y cerrar las fronteras a las personas migrantes y refugiadas. La reciente cumbre de la UE, que derramó lágrimas de cocodrilo por el terremoto, estuvo dominada por el impulso para fortalecer la Fortaleza Europa. Aprobó otros 500 millones de euros en ayuda militar para Ucrania y 6,5 millones de euros en “asistencia humanitaria de emergencia” para Siria y Turquía.
6. Por el contrario, la gente corriente de toda la región y más allá ha mostrado el camino por sí misma recaudando ayuda para las zonas afectadas. Esta solidaridad se refleja, por ejemplo, en el apoyo popular desde Estados que se autoproclaman “enemigos” de Turquía como Armenia y Grecia.
7. Exigimos a todos los Estados:
- Mandar rápidamente dinero, alimentos, medicinas y servicios de rescate a la región para ayudar a las víctimas;
- Eliminar las sanciones contra Siria de forma permanente, no solo durante seis meses: no debe haber discriminación sobre a quién se ayuda;
- Dar pleno apoyo a las personas refugiadas y migrantes dentro y desde la región: ¡abrir las fronteras!
- Iniciar el enjuiciamiento penal de los políticos, contratistas y burócratas responsables de los edificios de mala calidad y la incapacidad de preparación para los terremotos previstos, así como de brindar ayuda rápida. El fracaso de todo ello ha provocado la muerte de muchas personas;
- Recortar el gasto en armas y redirigir los recursos para satisfacer necesidades humanas reales.
8. Aunque el cambio climático probablemente no haya jugado un papel directo como causante de este desastre, lo sucedido nos da una idea de cómo se manejará la catástrofe climática: con negligencia, represión y denuncias hacia las víctimas. La revolución socialista se necesita con más urgencia que nunca para librar al mundo del sistema capitalista con sus prioridades distorsionadas y sus clases dominantes crueles y corruptas.
Corriente Socialismo Internacional, 12 febrero de 2023