Xoán Vázquez
El gobierno griego está celebrando la capitalidad cultural de Europa 2023 rociando con gases lacrimógenos a actores y actrices.
Uno de los grandes retos al que se enfrentan las y los actores es el de saber llorar en escena. En Grecia el gobierno ha puesto en práctica un nuevo método, al disolver con gases lacrimógenos y espráis con productos químicos una manifestación de actores y trabajadores del teatro cuando intentaban llegar al Teatro Nacional.
El pasado 1 de febrero de 2023, actores y trabajadores del teatro se declararon en huelga. A las pocas horas la movilización se había extendido a los platós de series de televisión y a los comediantes y otros artistas en bares.
La razón de la movilización es un decreto presidencial que, denuncian, degrada sus títulos académicos al nivel del de bachillerato.
La protesta se enmarca en una huelga de 48 horas convocada por los sindicatos de actores en todo el país y que arrancó con la demanda de que se reconozcan sus diplomas como títulos de educación superior. Todos los estrenos de obras de teatro en Atenas —incluidos los de la Ópera y el Teatro Nacional— así como los rodajes de series de televisión y películas quedaron anulados.
El sindicado de actrices y actores griegos ha difundido este comunicado:
“Mientras el gobierno griego celebra alegremente que Eleusis sea la Capital Cultural de Europa en 2023, el resto de nosotros durante 45 días hemos estado lidiando con un increíble crimen contra la cultura.
El 17 de diciembre de 2022 se nos informó del impactante y exasperante Decreto Presidencial 85 firmado por la presidenta griega Katerina Sakellaropoulou, que anunció que todos los graduados de escuelas de teatro, escuelas de danza y escuelas de cine de educación superior se considerarán trabajadores categorizados como que han completado únicamente Educación Secundaria. En otras palabras, los diplomas y títulos de artistas, intérpretes o ejecutantes de instituciones públicas y privadas por igual, ahora se consideran prácticamente sin sentido.
Con la firma del máximo funcionario estatal, todos los artistas de las artes escénicas quedan oficialmente equiparados a los bachilleres y todo lo que esa categorización conlleva en cuanto a sus derechos laborales. Todo ello, además, por supuesto, de la invalidez ética, artística y profesional sumamente evidente que conlleva este decreto. Esta es la lápida oficial de la lucha de casi treinta años de los artistas por reformar su educación y que se reconozcan sus derechos profesionales.
Es un hecho que desde 2003, siguiendo las políticas de la Unión Europea, la educación superior para artistas ha sido abolida en Grecia. Desde entonces, el gobierno de Grecia, el país que orgullosamente ostenta internacionalmente su identidad como la ‘cuna de la civilización’ y ‘lugar de nacimiento del teatro’, ha creado deliberadamente una brecha institucional kafkiana donde no hay ningún plan o incluso una intención discernible de crear un Programa de Formación de Educación Superior para las Artes Escénicas. Al mismo tiempo, no se vislumbra solución al caos que ahora se ha generado para los miles de graduados en artes escénicas desde 2003 hasta la creación de dicho programa.
Lamentablemente, Grecia es el único país en el que se ha instituido esta práctica. La falta de reconocimiento de nuestros títulos, además de la negativa a cambiar esta situación desigual e injusta hace que, por ser nuestros títulos equivalentes a un bachillerato, no tengamos acceso a maestrías en nuestra disciplina. Las personas que tienen una maestría o un doctorado de una universidad extranjera (que los aceptaron en base a un título separado en un campo diferente o al reconocer la realidad caótica que es el sistema educativo de Grecia) descubren, al regresar a Grecia, que estos títulos no son reconocidos, que solo tienen acceso al nivel más bajo de las prestaciones por desempleo y que, en general, sus salarios se han reducido. Este es un ataque dirigido directamente contra la cultura, las artes y los artistas profesionales. Es un ataque antiobrero a nuestros derechos y a nuestra identidad artística.
Desde hace 40 días las escuelas de teatro del Teatro Nacional, el Teatro Nacional del Norte de Grecia y el Teatro Municipal de Patras están ocupadas por sus alumnos, corriendo el riesgo de perder el año académico de sus estudios. Los profesores de la Escuela Nacional de Teatro Dramático respaldan a sus alumnos y han anunciado que renunciarán a sus cargos antes del 8 de febrero si no se resuelve esta situación. Hoy en día, la Escuela Nacional de Danza también está ocupada por sus alumnos, mientras que los alumnos de la escuela de teatro del Conservatorio de Atenas y otras escuelas de teatro y conservatorios privados se niegan a asistir. La situación se está volviendo crítica.
Desde hace 45 días el mundo artístico se ha unido en las calles realizando acciones públicas de diversas formas y manifestando claramente su apoyo.”
El 2 de febrero, los huelguistas después de una sentada en la plaza Syntagma, delante del parlamento griego, se dirigieron hacia el Teatro Rex y continuaron hacia el antiguo edificio del Teatro Nacional, donde se alinearon fuerzas de la brigada policial del MAT, que a su paso comenzaron a rociar a los manifestantes con gases lacrimógenos.
Activistas de SEK, nuestro grupo hermano en Grecia, integrantes de la Asociación de Actores y Actrices de Teatro han participado activamente en las movilizaciones.
Fotos y vídeo: Stelios Michailidis
Sábado 11 de febrero, el concierto organizado por la Coordinación de Trabajadores de las Artes – Occupy REX ante el Teatro Rex de la Universidad, bajo ocupación.