Isabel Ringrose
“Vístase adecuadamente con faldas cortas y botas de salón, deje sus joyas y varitas de oro en el banco y compre un revólver.”
Este fue el buen consejo que la condesa Constance Markievicz dio a las mujeres irlandesas que luchaban contra el dominio colonial británico.
Markievicz fue una líder desafiante en la lucha por el nacionalismo irlandés, la primera mujer elegida al parlamento británico, y comprometida con el derecho al voto de las mujeres y el socialismo. Nació en la familia terrateniente de Goore-Booth en 1868 y se crió en su finca.
Después de estudiar arte en Londres, se mudó a París y se casó con el conde Casimir Markievicz, un rico artista ucraniano de familia polaca, en 1901. Se establecieron en Dublín en 1903 y socializaron con artistas que querían preservar la cultura irlandesa. Pero los periódicos que abogaban por la independencia de Irlanda la inspiraron a unirse a la causa republicana. Se unió al partido nacionalista Sinn Fein en 1908 y a la organización revolucionaria Inghinidhe na hEireann, (Hijas de Irlanda).
Al año siguiente, formó y dirigió Na Fianna Eireann (Soldados de Irlanda), un campo de entrenamiento juvenil paramilitar que enseñaba a las y los adolescentes a usar armas. “Nada más triste que ver a las y a los jóvenes saludando la bandera que ondeaba triunfante por cada derrota que ha conocido su nación”, explicó. Markievicz jugó un papel central en combatir y derrotar la campaña electoral de Winston Churchill en la elección parcial para el escaño del noroeste de Manchester en 1908. En particular, conducía un carruaje con cuatro caballos blancos que simbolizaban la campaña por el sufragio femenino.
Un hombre le gritó preguntándole si sabía preparar una cena. Markievicz respondió: “Sí. ¿Usted sabe conducir un carruaje con cuatro caballos?” En 1911 fue encarcelada por primera vez tras hablar en una manifestación de 30.000 personas de la Hermandad Republicana Irlandesa contra la visita del rey Jorge V.
Allí quemó una enorme bandera británica tomada del parlamento irlandés. Markievicz también fue una de las fundadoras del Ejército Ciudadano Irlandés (ICA) junto con el socialista James Connolly en 1913. Éste defendió a miles de persones trabajadoras que fueron expulsados de sus lugares de trabajo por unirse a un sindicato.
Además de hacer campaña para mantener a Irlanda fuera de la Primera Guerra Mundial, Markievicz participó en el Levantamiento de Pascua de 1916 cuando el movimiento republicano combatió el dominio británico. Luchó en la línea del frente y supervisó las barricadas. Tras seis días, el levantamiento fue derrotado. En su juicio, Markievicz dijo: “Salí a luchar por la libertad de Irlanda y no importa lo que me pase. Hice lo que pensé que era correcto”. Fue condenada a muerte, pero a diferencia de luchadores como Connolly, su sentencia fue conmutada por cadena perpetua porque era mujer.
Al enterarse de esto, exclamó: “Ojalá su pandilla tuviera la decencia de fusilarme”. Markievicz fue liberada en 1917 como parte de una amnistía, pero fue encarcelada nuevamente en 1918 por actividades contra el servicio militar obligatorio.
Elegida
En las elecciones generales de 1918, mientras estaba en prisión, Markievicz fue elegida al parlamento de Westminster como una de los 73 diputados del Sinn Fein. En lugar de ocupar sus escaños, las y los republicanos establecieron el gobierno provisional irlandés Dail Eireann. Markievicz se desempeñó como ministra de Trabajo de 1919 a 1922. Fue la segunda mujer ministra de un gobierno en Europa. Pero, tras el Tratado Angloirlandés a finales de 1921 —por el cual se dividió Irlanda, estableciendo el Estado Libre Irlandés en el sur y dejando el norte en manos británicas— Markievicz dejó el gobierno.
Continuó trabajando por la causa republicana durante la Guerra Civil Irlandesa y realizó una gira por Estados Unidos. Markievicz fue nuevamente elegida al Dail en 1923, pero en protesta no ocupó su asiento. Se unió al nuevo partido Fianna Fail en 1926 y fue elegida para el quinto Dail en 1927, pero murió un mes después. En su funeral, su antiguo camarada del IAC, Sean O’Casey, comentó: “Algo que ella tenía en abundancia era coraje físico. Ella vestía el coraje como una prenda de vestir.”