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Andrzej Żebrowski

Se niegan a aceptar la estampida para respaldar a la OTAN y gastar aún más dinero en la guerra.

La guerra en Ucrania ha tenido dos consecuencias principales en Polonia. La primera es una gran cantidad de personas refugiadas que llegan al país. La segunda es la creciente militarización, apoyada por todos los partidos parlamentarios, así como la escalada de la OTAN y Occidente.

Más de dos millones de personas refugiadas de Ucrania han entrado en Polonia como resultado de la invasión rusa. Algunas se han mudado a otros países, pero otras muchas no. Antes de la guerra actual ya había entre uno y dos millones de personas trabajadoras ucranianas en el país, a menudo muy mal pagados y trabajando en malas condiciones.

Junto con la campaña oficial de “Solidaridad con Ucrania”, ha habido una gran cantidad de solidaridad con los y las refugiadas. No solo las ONG, sino también las personas que no están afiliadas a ninguna organización ahora se ofrecen como voluntarias con ayuda material, incluida la provisión de vivienda y la prestación de diversos tipos de asesoramiento.

Esto es muy importante históricamente. Las personas ucranianas eran la minoría más grande antes de la Segunda Guerra Mundial y fueron brutalmente oprimidas. Ucrania occidental era parte de Polonia. La simpatía por las y los refugiados ucranianos no es automática. Ya algunas personas se están quejando. Esto es algo que la extrema derecha intentará explotar mientras continúe la guerra.

En los últimos tiempos, a pesar de que el gobierno de derechas de Polonia está muy a favor de que Ucrania se una a la Unión Europea (UE) y la OTAN, de vez en cuando ha impulsado propaganda antiucraniana. Pero ahora se argumenta que las y los refugiados ucranianos son buenos para la economía.

Hoy, muchas de las personas ucranianas recién llegadas, que supuestamente tienen el apoyo de todas las clases en Polonia, están siendo pagadas, extraoficialmente, muy por debajo del salario mínimo. Abogamos por la solidaridad entre las personas trabajadoras polacas y ucranianas.

La política de “puertas abiertas” del gobierno para las y los refugiados ucranianos —pero con la gente negra siendo empujada al final de la fila y sin los mismos derechos dentro de Polonia—, contrasta marcadamente con la situación en la frontera con Bielorrusia. Allí continúan las repetidas devoluciones de refugiados no europeos. Se está construyendo un muro y actualmente hay 200 personas varadas entre los dos países. Se han encontrado al menos 20 cuerpos de refugiados en el lado polaco desde agosto, y nadie sabe cuántos más hay.

Mientras tanto, el gobierno aprobó una ley que aumenta el gasto militar a por lo menos el 3 por ciento del producto interior bruto y está duplicando el tamaño del ejército. Esto pasó por el parlamento sin oposición alguna, incluso por parte de los diputados más a la izquierda del partido Razem (Juntos). Razem está tan nervioso de ser visto como no lo suficientemente pro-OTAN que recientemente cortó lazos con el movimiento Diem25 de Yanis Varoufakis, porque Varoufakis quiere que la OTAN se retire.

Las tropas de la Unión Soviética, luego Rusia, estuvieron estacionadas en Polonia hasta 1993, es decir, después del colapso de la URSS en 1991. Hoy en día, la mayoría de la gente considera que las tropas de la OTAN son una forma de prevenir la guerra en lugar de una causa de guerra. Actitudes similares son comunes en otros países occidentales, pero Polonia es un ejemplo extremo de esto.

Al mismo tiempo, existe una ansiedad generalizada sobre la posibilidad de que la guerra de Ucrania se extienda a Polonia. Esto es muy importante. Si bien todos los partidos parlamentarios polacos están de acuerdo en la santidad de la OTAN, el gobierno está llevando las cosas aún más lejos. El líder del partido gobernante, Jarosław Kaczyński, anunció en Kiev que se debería enviar una “misión de paz” armada de soldados de la OTAN a Ucrania. Otras partes se oponen a esta escalada propuesta.

Nuestro grupo socialista ha tenido varias reuniones sobre la guerra de Ucrania y nuestra publicación mensual ha suscitado mucho interés en las calles y en las manifestaciones antirracistas y de mujeres de los pasados fines de semana.

Las manifestaciones celebradas por “Solidaridad con Ucrania”, incluso fuera de la embajada rusa, han estado dominadas por llamadas a la OTAN y la UE a hacer más: más sanciones, más armas y una zona de exclusión aérea. Básicamente, estaban organizadas por fuerzas de la derecha liberales o progubernamentales. Abogamos por la solidaridad con los ucranianos. El principio rector de las guerras interimperialistas es que “El principal enemigo está en casa”, esto significa que hemos de argumentar en contra de la creciente militarización de Polonia y la escalada de la OTAN/Occidente. No significa que consideremos al lado ucraniano en la guerra como el principal enemigo.

Estamos planeando manifestarnos con lemas como:

  • Solidaridad con los ucranianos, poner fin a la invasión rusa.
  • Solidaridad con las valientes protestas contra la guerra en Rusia.
  • No a una “misión de paz” armada que entre en Ucrania, no a la escalada de la OTAN y Occidente.
  • Todas las personas refugiadas son bienvenidas, ¡no a la discriminación racista!
  • No aumentar el gasto en el ejército: gastar el dinero en vivienda, educación y salud.

Andrzej Żebrowski es miembro de Pracownicza Demokracja (Democracia Obrera), la organización hermana de Marx21 en Polonia. Este artículo apareció en inglés en Socialist Worker (GB).