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Viki Lara

Miles de manifestantes marcharon por las calles de Sevilla el Día de Andalucía, 28 de febrero, por la defensa de los servicios públicos según el propio lema de la manifestación. Los convocantes, a los que podríamos definir como de la izquierda más institucional (Podemos, Izquierda Unida, Más País Andalucía) a las que se sumaron varios sindicatos como el SAT, sin duda fueron capaces de mostrar músculo organizativo frente a la celebración oficial de entrega de medallas por parte del gobierno andaluz.

Precisamente, la razón fundamental de la manifestación era protestar contra las políticas de este gobierno al que llamaban en el manifiesto de las “tres derechas”, más conocido popularmente por el trifachito: el gobierno de PP y Ciudadanos con el apoyo parlamentario de Vox.

Más concretamente el lema de la manifestación hacía referencia a las políticas de recortes de los servicios públicos, aunque también indican que éstas lo que han hecho es exacerbar problemas que ya venían de anteriores gobiernos.

Decíamos que las organizaciones que apoyaban esta convocatoria han logrado mostrar su músculo organizativo debido a lo concurrida de la manifestación. Además, estaba conformada en bloques bien definidos en su mayor parte, identificados con sus correspondientes banderas que llevaban la mayoría de los manifestantes. Entre los bloques estaban los nombrados anteriormente y otros también como el sindicato de enseñanza, Ustea, CCOO y Adelante Andalucía.

Sin embargo, la convocatoria no logró el objetivo de tener una verdadera manifestación unitaria, desde el punto de vista de atraer a todos los movimientos sociales y organizaciones que luchan por defender los servicios públicos.

A pesar de las numerosas plataformas de este tipo en toda la geografía andaluza, en defensa de sus hospitales, escuelas y otros servicios, y de plataformas de personas trabajadoras de estos sectores, en esta manifestación se vieron a muy pocos de estos grupos, entre ellos un grupo de pensionistas de Lepe, y algunas otras organizaciones por la memoria histórica.

Sin duda, el problema de la doble convocatoria de dos manifestaciones —ésta convocada en Sevilla, y otra en Cádiz por las Marchas de la Dignidad— ha tenido mucho que ver en esto, probablemente desorientando a muchas organizaciones sociales que de otra forma hubieran participado.

También que, además de las divisiones de la izquierda en Andalucía, que han causado esta doble convocatoria, hay tensiones entre las organizaciones que participan en el juego electoral, que pueden haber querido más visibilizarse en la manifestación, que visibilizar las luchas en las que muchos de sus militantes de base participan.

La lucha prioritaria está sin embargo en el día a día de los movimientos sociales y de las personas trabajadoras en lucha por sus derechos, y esperemos que los próximos años tengamos manifestaciones verdaderamente unitarias y masivas para luchar por los servicios públicos.


Viki Lara es militante de Marx21 Sevilla · Nota sobre el #28F en Cádiz