Declaración de la Corriente Socialismo Internacional sobre la crisis de Ucrania
Reproducimos esta declaración de la corriente de la que Marx21 forma parte. Se trata de una corriente internacional, que incluye grupos en Occidente, Rusia, y más allá. Siguiendo el argumento del texto de que “el enemigo principal está en casa”, en el Estado español nuestro punto de partida debe ser denunciar a la OTAN, y rechazar sus bases militares.
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1.- La crisis de Ucrania ha acercado a Europa a una guerra aterradora. En esencia, es un conflicto entre el bloque imperialista más poderoso del mundo —Estados Unidos y sus aliados europeos— y Rusia, una potencia imperialista más débil pero aun así brutal. Para ambos bandos, Ucrania es simplemente un peón. La clase trabajadora no tiene interés en la victoria de ninguno de los bandos en este conflicto. Los y las socialistas revolucionarias en los Estados involucrados en esta disputa deben priorizar su oposición a sus “propios” gobiernos.
2.- Esta particular crisis fue desencadenada por la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de concentrar tropas en la frontera con Ucrania. Justificó esta acción amenazante en parte apelando a la gran mitología nacionalista rusa sobre los vínculos históricos entre Rusia y Ucrania y en parte repitiendo sus quejas de largo recorrido sobre la política estadounidense de expandir la OTAN y la Unión Europea hacia el este. Ha estado exigiendo, en particular, un compromiso de que Ucrania no será admitida en la OTAN, y la retirada de las fuerzas de la OTAN de Europa Central y Oriental.
3.- Lo cierto es que la expansión de la OTAN y la UE para incorporar a la mayoría de los estados ex-estalinistas en Europa Central y del Este fue impulsada por las administraciones de Bill Clinton y George W. Bush para adentrar más el poder del imperialismo occidental en el continente eurasiático. Esta política incumplió las promesas realizadas en 1990 por el entonces secretario de Estado estadounidense, James Baker, al último presidente de la URSS, Mikhail Gorbachev, cuando Moscú acordó que una Alemania reunificada podía unirse a la OTAN.
4.- Putin no es ningún amigo de la clase trabajadora internacional. Preside un régimen neoliberal represivo, se apoya ideológicamente en el gran nacionalismo ruso, y ha buscado reconstruir el poder militar ruso y utilizarlo para mantener el dominio de Moscú sobre sus países vecinos; en particular en el aplastamiento del movimiento independentista en Chechenia, la guerra de 2008 con Georgia, la toma de Crimea en 2014 y la reciente intervención contra las protestas populares en Kazajistán. Más allá, el poder militar ruso se ha utilizado para rescatar al brutal régimen de Bashar al-Assad en Siria.
5.- Sin embargo, ha sido Washington, con el apoyo del caótico gobierno de Boris Johnson en Gran Bretaña, quien que ha instigado la crisis actual. La administración de Joe Biden se ha negado a considerar seriamente las principales demandas de Putin, ha aumentado con sus declaraciones el peligro de guerra (frente a las objeciones del gobierno pro occidental de Ucrania) y, junto a los aliados de la OTAN, ha acercado más activos militares a las fronteras de Rusia.
6.- Si llegara la guerra, las principales víctimas serían las personas de a pie de Ucrania. Sufrieron terriblemente a lo largo del siglo XX, desde la Primera Guerra Mundial, las intervenciones militares contrarrevolucionarias contra la Revolución Bolchevique, la colectivización estalinista de la agricultura en la década de 1930 y la invasión nazi de la URSS en 1941. En 1991 hicieron valer su derecho a la autodeterminación nacional, iniciando la desintegración de la Unión Soviética. Pero desde entonces han sido gobernadas por bandas rivales de oligarcas corruptos, que se inclinan en un momento hacia el oeste y en otro hacia el este. Desde 2014, partes del sureste de Ucrania han sido zona de guerra entre el gobierno de Kiev y unos opositores respaldados por Rusia. ¡El pueblo ucraniano no necesita más ejércitos, ni de la OTAN ni de Rusia!
7.- La intensificación de la crisis de Ucrania por parte de Occidente tiene relación con la rivalidad global entre EEUU y China. Biden quiere enviar una señal al presidente chino, Xi Jinping, de que Washington no aceptará ningún intento de Beijing de reintegrar por la fuerza a Taiwán en China. Xi ha respondido respaldando a Putin sobre Ucrania. Esta competencia amenaza con la fragmentación del sistema internacional en bloques imperialistas rivales, aumentando el peligro de una guerra mundial que destruiría a la humanidad.
8.- Decimos:
- ¡No a la guerra por Ucrania!
- ¡Retirada tanto las fuerzas rusas como las de la OTAN!
- No a la ampliación de la OTAN: ¡que se disuelva!
- ¡Desmilitaricemos Europa!
- ¡Basta de carreras armamentistas que consumen los recursos que necesitamos para luchar contra la pobreza y el cambio climático!
9.- Nuestra tradición política se remonta a los sectores socialistas revolucionarios que se negaron a tomar partido en la Primera Guerra Mundial. Encabezados por V. I. Lenin y Rosa Luxemburg, vieron la revolución socialista internacional como la única salida de un sistema imperialista donde la acumulación competitiva de capital conduce inevitablemente a las guerras. El camarada de Luxemburg, Karl Liebknecht, acuñó el eslogan: “El principal enemigo está en casa”. Esa debería ser nuestra consigna hoy.
Coordinación de la Corriente Socialismo Internacional
16 de febrero de 2022
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