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Este marzo, se vuelve a convocar una movilización internacional contra el racismo y el fascismo. La llamada parte de la jornada de la ONU contra la discriminación racial, oficialmente el 21 de marzo, la fecha de la masacre de Sharpeville, en la Sudáfrica de apartheid en 1960.

A lo largo de la última década se ha ido tejiendo una red de movimientos unitarios contra el racismo y la extrema derecha, no principalmente en base a manifiestos o comités, sino mediante acciones coordinadas en la calle, en nuestros respectivos territorios.

Hace varios años, la red dio un paso más, al constituirse como World Against Racism and Fascism (Un mundo contra el racismo y el fascismo, WARAF).

Tras dos años de acciones limitadas por la Covid-19, este año el movimiento se plantea volver a la calle, principalmente el sábado 19 de marzo, y en más ciudades y países que nunca.

El crecimiento de la extrema derecha y la intensificación del racismo institucional demuestran la importancia a esta movilización.

Y los resultados de las elecciones en Castilla y León (CyL), con la subida de VOX de uno a 13 escaños, con la posibilidad de entrar en el gobierno, inyectan más urgencia a esta jornada en el Estado español.

Desastre electoral

Tocaría un análisis más profundo de las elecciones en CyL, pero aquí solo caben unos breves apuntes.

Hay que tratar dos aspectos distintos: la caída de la izquierda y la subida de la extrema derecha de VOX.

Repasemos lo ocurrido en la izquierda más allá del PSOE.

En las elecciones a las Cortes de CyL de 2015, Podemos obtuvo 10 escaños con el 12% de los votos, e Izquierda Unida obtuvo otro escaño, con el 4%. En 2019, Podemos-Equo sacó el 5% y dos escaños; mientras que IU, con el 2,3%, se quedó fuera. Esta vez, la candidatura conjunta de Unidas Podemos ha obtenido el 5% y un solo escaño.

Es evidente que hay un grave problema. Hace solo 7 años —cuando Podemos aún provocaba entusiasmo y grandes esperanzas— más de 220.000 personas en CyL, uno de cada 6 votantes, apoyó a este espacio político de izquierdas. Ahora solo lo han hecho unas 60.000 personas. Toca una reflexión seria acerca de la trayectoria de Podemos, y cómo ha decepcionado a tanta gente; una dinámica intensificada ahora con su participación en el gobierno con el PSOE.

Por otro lado, se ha demostrado que la existencia de una opción electoral que se autodenomina “izquierda transformadora” en sí no frena la subida de la extrema derecha. Para hacer esto, haría falta otra cosa.

Lucha unitaria

A principios de año, algunas personas de izquierdas en CyL se plantearon la necesidad de realizar una campaña unitaria de #StopVOX, al menos en redes sociales como Twitter, con @UCFRCyL. Supusieron que, al mostrar el camino, más personas y fuerzas progresistas en la comunidad se sumarían. La triste verdad es que estos individuos se quedaron casi solos en el esfuerzo.

Uno de ellos comenta: “algunas personas llevamos años proponiendo una estrategia unitaria para cortarle el paso a la extrema derecha, estrategia que ya funcionó contra el partido fascista PxC en Catalunya o en Gran Bretaña con la Anti Nazi League. Se nos decía que era mejor ni nombrarlos. Así, Unidas Podemos ahonda en el ostracismo y la extrema derecha será gobierno, entre otros motivos por la estrechez política de miras de algunos, más empeñados en mantener sus partidos y sus procuradores que en luchar de verdad contra el ascenso fascista. Se ha demostrado que sin un trabajo largo de fondo y unitario de verdad no es posible conquistar nada.”

Sí hará falta construir la alternativa coherente y combativa de izquierdas que actualmente no existe. Pero no podemos esperar a que esa izquierda llegue; hay que impulsar ya la lucha unitaria ante el crecimiento actual de VOX, ahora mismo, en todos los territorios del Estado español donde aún no existe.

19 de marzo

La convocatoria internacional para el sábado 19 de marzo es una buena oportunidad para dar pasos hacia movimientos de este tipo.

La red internacional ha ido creciendo durante los últimos años, inicialmente en Europa, pero ahora se extiende a países como Sudáfrica o Brasil. Esta red global es una muestra de que se trata de una lucha realmente internacional e internacionalista.

Por otro lado, el hecho de tratarse de una acción mundial significa que, por modesta que sea, cualquier acción ayuda y contribuye a la lucha conjunta. Además, cada acción local ayudará a construir el movimiento unitario contra el racismo y/o la extrema derecha que necesitamos.

Así que desde aquí animamos a cada persona a mirar qué puede hacer en su barrio o municipio, en su lugar de trabajo o de estudio. Puede ser cualquier cosa, desde una manifestación o concentración, hasta una acción simbólica de juntar a un puñado de personas para fotografiarse con carteles.

Frente a la amenaza fascista mundial, debemos pensar globalmente, pero sobre todo actuar localmente, de manera urgente.


La web de la red internacional: worldagainstracism.org

Boletín especial de Marx21: marx21.net/combatir-el-fascismo


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