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Santi Amador

En la noche del jueves 19 de enero me entero de la muerte de Ángel Lozano. Conocí a Ángel en el ciclo de luchas que inauguró el 15M, en la Sevilla de hace más de una década.

Comenzó su militancia bajo la dictadura franquista, siendo represaliado por ello. Perteneció a la LCR (Liga Comunista Revolucionaria), uno de los grupos que se reivindicaba como la IV Internacional trotskista.

Formó parte de distintos movimientos sociales, como la lucha del movimiento LGTBI+ o las luchas por la vivienda. Se volcó en el 15M, participando en las asambleas y manifestaciones del movimiento.

También en esos años militaba en En lucha, organización revolucionaria de la que venimos varias de las personas que militamos en Marx21, y el grupo de entonces de la corriente Socialismo Internacional (IST), de la que Marx21 forma parte ahora.

Ángel tenía los valores que realmente los y las revolucionarias queremos que sean los de una sociedad socialista. Siempre dispuesto a ayudar, ya fuera a la militancia o a cualquier persona con dificultades.

En esos años, tan maravillosos y convulsos a la vez, tuve la suerte de vivir un año y medio en su casa, situada en la antigua Carretera de Carmona. Como tantos jóvenes en esos años atravesaba dificultades económicas; su ayuda fue clave para mí cuando me abrió las puertas de su casa.

La última vez que lo vi fue el 28 de febrero de 2017, en una manifestación coincidente con el día oficial de Andalucía. Como es habitual en esa fecha, también es una reivindicación de derechos sociales.

Recuerdo en ese día que cuando le dije que era responsable de calidad en una empresa me dijo, con su sentido del humor, si estaba puteando a los currantes. Por supuesto que no Ángel, ni en ese momento ni ahora como trabajador de la enseñanza he olvidado cuál es mi trinchera.

Nuestro mejor homenaje es continuar en la lucha. Siempre en nuestros corazones, compañero.