Charlie Kimber
Algunas personas dentro de la izquierda dicen que una reducción en el número de trabajadores y trabajadoras migrantes provocaría un aumento en los salarios. Charlie Kimber sostiene que la verdadera causa de los bajos salarios y las terribles condiciones ha sido el fracaso de los sindicatos para luchar por algo mejor.
En Gran Bretaña algunos empresarios protestan por la escasez de trabajadores y trabajadoras. Dicen que no hay suficientes camioneros, no hay suficientes cocineros, no hay suficientes carniceros para sacrificar los cerdos disponibles.
Los supermercados luchan por llenar sus estantes, Nando’s tuvo que cerrar 45 de sus restaurantes debido a la escasez de pollo, McDonald’s no tenía suficientes batidos.
Algunas empresas —¡imagínense el horror!— incluso han tenido que ofrecer salarios más altos y bonificaciones para atraer trabajadores y trabajadoras.
Los y las socialistas revolucionarias y sindicalistas deberían acoger con beneplácito cualquier oportunidad de exprimir más a las empresas que han engordado con la mano de obra barata.
Durante demasiado tiempo, los trabajadores se han enfrentado a recortes y congelaciones salariales. Ahora es el momento de devolver el golpe.
El Financial Times teme que el desarrollo de la situación actual pueda suponer una tendencia a largo plazo de “inclinar el equilibrio del poder de negociación del capital hacia el trabajo”. Bien, si sucede.
Pero hay un debate sobre por qué “no hay suficientes” trabajadores y trabajadoras, y es importante porque la respuesta da forma a la estrategia para que las y los trabajadores ganen en el futuro.
Una respuesta es que la caótica alteración de las cadenas de suministro por parte del Brexit destrozó el funcionamiento normal de la economía.
No hay duda de que la versión conservadora del Brexit ha provocado cuellos de botella y obstáculos a la distribución de bienes.
Ruptura
La obsesión del gobierno (y de la Unión Europea) con las fronteras ha provocado algunos trastornos.
Pero también se informan de denuncias de escasez de trabajadores en EEUU, Francia, Alemania, Italia, los Países Bajos y Escandinavia. Y ocurre en sectores similares a los de Gran Bretaña: hostelería, distribución, construcción, salud y asistencia social.
Entonces, no se trata solo del Brexit. Y los patrones se quejaban de la escasez mucho antes del referéndum de la UE.
En 2015, la Asociación Patronal del Transporte por Carretera dijo que había una escasez de 50.000 conductores y conductoras de camiones.
La segunda gran razón esgrimida, vinculada al Brexit, es la caída del número de trabajadores y trabajadoras migrantes.
Algunos en la izquierda dicen que el aumento de los salarios ahora demuestra que las y los migrantes son una carga para el nivel de vida de las y los trabajadores nativos y que reducir su número funciona para aumentar los salarios.
El Brexit, dicen, es bueno para las y los trabajadores porque ha reducido la inmigración.
Ciertamente, un gran número de trabajadores originarios de países de la UE han abandonado Gran Bretaña en los últimos 18 meses. Pero la mayoría de los trabajadores no ha visto un aumento en sus salarios.
Los salarios por hora típicos anunciados para los limpiadores, por ejemplo, han aumentado en 20 peniques desde marzo. Pero eso solo refleja el aumento del salario mínimo de 20 peniques la hora en abril. Los salarios no se han disparado.
Y la mayoría de las y de los trabajadores del sector público se enfrentan a una congelación salarial o a un “aumento” por debajo de la inflación.
Justificar
Los de izquierdas que dicen que la reducción en el número de migrantes ha aumentado los salarios a menudo citan el análisis de Karl Marx sobre el “ejército de reserva de mano de obra” para justificar su posición.
Marx habló de un “ejército industrial de reserva” que juega un papel en el aumento de la competencia entre la gente trabajadora y la presiona para que acepten salarios más bajos.
Marx explicó que el capitalismo es el primer sistema económico en el que hay ‘demasiada’ gente y que algunos no pueden emplearse de forma rentable. A medida que el capitalismo se expande, tiende a gastar relativamente cada vez más en maquinaria y tecnología, y menos en trabajadores y trabajadoras.
Una parte de las y de los trabajadores potenciales excede las necesidades del capitalismo. Marx agrega: “Esta población excedente forma un ejército de reserva industrial desechable, que pertenece al capital tan absolutamente como si este último lo hubiera creado a su propio coste.”
Quitemos el “ejército de reserva” de inmigrantes de la UE que esperan trabajar por salarios bajos y listo, dice el argumento, hay escasez de trabajadores y los salarios suben.
Pero el principal ejército de reserva industrial de Gran Bretaña no son las y los migrantes.
Son los 1,6 millones oficialmente desempleados y los 1,8 millones en régimen de licencia [ERTE].
Pero ningún socialista diría que los desempleados son enemigos de la clase trabajadora. En cambio, el argumento siempre ha sido unir a empleados y desempleados contra los patrones.
Marx argumentó que las y los trabajadores deben “organizar una cooperación regular entre empleados y desempleados para destruir o debilitar los efectos ruinosos de esta ley natural de la producción capitalista en su clase.”
La unidad es igualmente necesaria entre las y los trabajadores migrantes y las y los trabajadores nacidos en Gran Bretaña.
La razón principal por la que a los patronos les resulta difícil reclutar no es el Brexit o las restricciones a las y los migrantes, sino los bajos salarios y las malas condiciones.
Sarah O’Connor escribe en el Financial Times que el salario medio por hora de las y los conductores de camiones es ahora de sólo 11,80 libras esterlinas. Y esto es para un trabajo que requiere una calificación y capacitación que las y los trabajadores a menudo tienen que pagarse ellos mismos.
O’Connor cita un anuncio de trabajo de la empresa de logística XPO: “Trabajará un mínimo de 45 horas por semana en un patrón de turnos de ‘cinco de siete días’, por lo que sus días de trabajo pueden cambiar cada semana y podrían incluir el trabajo de fin de semana… También comenzará temprano en la mañana y debe estar preparado para trabajar durante la noche.”
No es de extrañar que no se apresuren a cubrir esa vacante.
Salarios
Los salarios británicos han disminuido drásticamente como porcentaje del producto interior bruto desde mediados de la década de 1970.
El porcentaje destinado a los trabajadores cayó desde 1974 cuando el gobierno laborista atacó a las y los trabajadores y la organización de base militante disminuyó.
La caída continuó durante gran parte de los gobiernos conservadores de Margaret Thatcher, y luego se desplomó nuevamente tras 1984 y otra recesión.
Los salarios medios acaban de volver al nivel de 2007-2008, antes de la crisis financiera.
Se trata de poder de clase.
Un bajo nivel de resistencia permite a los patrones imponer salarios de pobreza. Piense en cuántos empleadores se han sentido capaces de hacer escandalosas demandas de recontratación durante la pandemia. Han insistido en los recortes salariales como condición para que las y los trabajadores conserven sus puestos de trabajo.
Y con demasiada frecuencia, como en British Gas y JDE Coffee, los empresarios consiguieron lo que querían. Los trabajadores lucharon valientemente contra los acuerdos, pero los líderes sindicales los defraudaron.
Los bajos salarios también impiden que las y los migrantes lleguen a Gran Bretaña. Contrariamente al mito, la mayoría no se apresurará a trabajar por lo que los jefes quieran ofrecer.
Samuel Tombs, de la consultora económica Pantheon Macroeconomics, señala que hay ciudadanos y ciudadanas de la UE que regresaron a casa durante la pandemia el año pasado que podrían regresar a Gran Bretaña si quisieran.
“Legalmente, la mayoría de estas personas pueden regresar si lo desean. De hecho, las solicitudes para el estatus de pre-asentado y asentado han superado el número oficial de ciudadanos de la UE en Gran Bretaña a finales de 2019”, dice. Pero, agrega, “su entusiasmo por regresar es bajo”.
Sobrevivir
Si hay una restricción salarial a largo plazo, ¿qué tiene de especial la situación ahora?
Hay dos factores temporales. El primero es que el fin de las restricciones pandémicas significa que todos los empresarios intentan reclutar al mismo tiempo. Esto crea escasez.
El segundo es que, por inadecuados que sean, los planes de licencia [ERTE] y medidas similares han permitido que un gran número de trabajadores sobrevivan —más o menos— sin trabajar. Están bajo menos presión que si hubieran sido despedidos.
Pero todos estos esquemas ahora se están acabando.
En todo el mundo, las clases dominantes intentarán utilizar la renovada amenaza del desempleo para reducir los salarios.
Esto fue expresado de la manera más brutal por la presentadora de Fox News, Laura Ingraham. Enfurecida por las personas que se muestran reacias a desafiar la Covid-19 y regresar al trabajo, Ingraham dijo: “¿Qué pasa si simplemente cortamos el desempleo?”. Como señaló, “el hambre es algo muy poderoso”.
Los conservadores no son tan descarados, pero es el mismo mensaje.
El Ministro de Comercio, Kwasi Kwarteng, dijo recientemente a los empleadores que, a medida que finalice el régimen de licencias, “muchos trabajadores y trabajadoras del Reino Unido se enfrentan a un futuro incierto y necesitan encontrar nuevas oportunidades de empleo”.
Los conservadores esperan que las y los trabajadores que están abandonados ahora estén tan desesperados por evitar el régimen horrible de prestaciones sociales magras, las sanciones y la pobreza, que aceptarán salarios bajos.
El final de la licencia y el recorte simultáneo de 20 libras a la semana en la prestación del “Crédito Universal” no es un accidente desafortunado. Es una estrategia.
Todo esto significa que los sindicatos y la izquierda necesitan una estrategia para revertir la presión sobre los salarios.
No es un gran plan esperar que la actual escasez de mano de obra dure para siempre.
No existe una alternativa eficaz a la resistencia, la lucha y el enfrentamiento. En lugar de culpar a las y a los migrantes, la izquierda debe concentrarse en luchar contra los empresarios y los conservadores.
Necesitamos más “escasez de mano de obra”, pero esta vez para realmente poder mejorar los salarios y las condiciones, es decir, organizando huelgas.
Este artículo apareció en Socialist Worker, la publicación hermana de Marx21 en Gran Bretaña.