María de los Ángeles García Corbelle
La autora es activista en Madrid y nos ha enviado este artículo, como una colaboración.
Cuando me preguntan por qué soy feminista, se me amontonan los motivos en mi cabeza, y me genera un revuelo en el estómago por todo lo vivido a través de las calles y de los testimonios de mujeres que ya no pueden, no quieren, o sienten que no merece la pena contar su historia, o denunciar.
Todo por esta sociedad, en la que algun@s parecen llevar una venda que no sienten que tengan que quitarse. La vergüenza, el ser juzgadas, el miedo… hacen que estas mujeres vivan en continuo pánico, muchas permanecieron en sus hogares, permaneciendo calladas.
El feminismo no es una moda, no es solo el 8 de marzo; es una forma de vida, es inundar las calles y viralizar los testimonios.
Luchamos por una igualdad, no odiamos a los hombres, solo a los agresores que por desgracia tan solo hacen crecer, estadísticamente hablando, los feminicidios.
No queremos ser superiores, como much@s nos recriminan, tampoco queremos representar a quienes no quieren ser representadas, pero no dejaremos de seguir luchando por una equidad en la igualdad de condiciones.
Y entonces… llegó la pandemia, y con ella el aumento de feminicidios. No podía quedarme quieta, y apareció una ventana llamada Tik Tok, en la cual podría mediante 60 segundos reivindicar con canciones, lipsync, etc. Aquella ventana me trajo muchas alegrías y mensajes privados de mujeres que necesitaban ser escuchadas, y así procedí. Pero como con todo, en esta vida también llegaron los haters y las amenazas; las descalificaciones y los insultos.
Intentaron callarme la boca, y generaron en mí un desgaste físico y psicológico. Tuve que tomarme un tiempo para encajar todas las piezas de mi puzzle y, con el apoyo de amistades mandándome fuerza y energía, retomé mi lucha. Porque nunca nos silenciarán y no nos callarán la boca. Más vale morir de pie, que vivir arrodillada.
Os contaré la historia de una mujer, como tantas, de una valiente, guerrera y luchadora, la guerrera NMM, que tras sufrir por su ex pareja maltrato psicológico y físico, y denunciarle en varias ocasiones, ya que tenía orden de alejamiento, por fin ha sido imputado a 3 años y 3 meses de cárcel. Se saltó en varias ocasiones la orden de alejamiento, y por fin, cuando llegó la tan ansiada sentencia y la entrada en la cárcel era inminente el agresor no se ha presentado, estando actualmente en busca y captura.
Así que cuando me preguntan por qué soy feminista, les digo por ellas, por nosotras, por las que desgraciadamente perderán sus vidas a manos de sus agresores, aquellos que permanecen impunes, aquellos que pasean por las calles como el mejor vecino, el mejor amigo, el mejor trabajador.
La lucha por la igualdad no es solo de mujeres. Os queremos a vosotros, para que vengáis de la mano, para que juntos podamos gritar, para que cada día se sumen más hombres a nuestra lucha.
Así que, aquí estaremos para los que intenten… córtales las alas, para los que intenten robarles la voz, para los que intenten tratarlas como floreros.
Porque ellas nunca mueren, sus nombres nunca quedarán en el olvido.
Ojalá un día no tenga que mirar las estadísticas de feminicidios, ni escuchar en las noticias una víctima más de violencia de género, y que por fin el 016, no suene…
Ojalá un día vea equidad.