Dimitris Daskalakis
Un jarro de agua fría para el gobierno griego es lo que es el informe de Amnistía Internacional titulado “La libertad de reunión en peligro y el uso ilegal de la fuerza en la era de la Covid-19”. El informe aborda “problemas generalizados y de largo recorrido de comportamiento policial reprobable” que se siguieron denunciando durante la pandemia, pero que se combinaron con otras formas de intervención estatal excesiva y abuso de poder que las autoridades griegas intentaron erróneamente justificar en nombre de la protección de la salud pública.
Las más de 40 páginas del informe incluyen entrevistas con ocho mujeres y diez hombres que fueron testigos del “uso innecesario y excesivo de la fuerza u otros malos tratos por parte de miembros de la policía griega durante o después de las manifestaciones” y cuatro mujeres y cinco hombres, incluidos activistas por los derechos de las mujeres, abogados y miembros de partidos políticos que han sido detenidos arbitrariamente y acusados de una presunta violación de las normas de salud pública”.
Las conclusiones señalan de manera característica que “los cambios legislativos que dañaron los derechos humanos el año pasado, las prohibiciones universales, la disolución de manifestaciones consideradas pacíficas por Amnistía Internacional y el uso denunciado de violencia innecesaria y excesiva pintan un cuadro perturbador del derecho a la libertad de expresión en Grecia. Las detenciones arbitrarias y la criminalización de manifestantes pacíficos, defensores de los derechos humanos y miembros de partidos políticos, y la imposición de multas injustificadas y excesivas, tienen un efecto especialmente disuasorio sobre los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica.”
El informe sobre la mentira de los “incidentes aislados” es claro. “Es fundamental que las autoridades griegas dejen de calificar los actos de uso ilegal de la fuerza como ‘aislados’ y reconozcan la naturaleza sistémica del fenómeno. Este comportamiento reprobable por parte de la policía a menudo ha sido documentado y no son solo ‘incidentes aislados’” dice, entre otras cosas. Explica que “en 2019 y 2020, la Defensoría del Pueblo, en su calidad de Mecanismo Nacional de Investigación de Casos Arbitrarios (Mecanismo Nacional), recibió un total de 471 casos relacionados con actos u omisiones de miembros de las fuerzas del orden y personal en centros de detención” y propone una serie de reformas relacionadas con la legislación, la rendición de cuentas de la policía, el control policial y las condiciones de detención.
Fenómeno sistémico
En el texto se acusa directamente al gobierno de utilizar la cuarentena para intensificar la represión al mentir sobre la decisión del Comité Nacional de Protección de la Salud Pública de prohibir las manifestaciones del aniversario de la Politécnica en noviembre de 2020. Se incluyen presentaciones documentadas de la arbitrariedad de casi todas las movilizaciones del año pasado: 17 de noviembre, 6 de diciembre, concentraciones estudiantiles, manifestaciones del movimiento de mujeres, manifestaciones por Koufontinas, etc. Entre las personas detenidas arbitrariamente el 12 de junio “se encontraba la dirección del SEK [nuestro grupo hermano en Grecia], incluyendo a concejales municipales, trabajadores de la salud, miembros del movimiento antirracista KEERFA…”
Hay casos de arrestos arbitrarios como el de los cinco miembros de la coalición anticapitalista ANTARSYA —de la que el SEK forma parte— en Salónica el 14 de noviembre de 2020 “que repartían octavillas fuera del mercado Kapani en Salónica, quienes fueron acusados de presuntamente incumplir las normas de salud pública al llamar a la participación en una manifestación… e incitar a la desobediencia…”
El informe confirma la violencia y represión que vivieron personas trabajadoras, jóvenes, estudiantes, refugiados y migrantes que salieron a las calles el año pasado contra la instrumentalización de la pandemia por parte del gobierno que quería silenciar al movimiento obrero, estudiantil, de mujeres y antirracista. Por mucho que el gobierno intente silenciar o minimizar los hallazgos de la investigación, el movimiento no lo dejará caer en el olvido.
Dimitris Daskalakis es militante de Sosialistiko Ergatiko Komma (SEK), organización hermana de Marx21 en Grecia. Este artículo apareció en su web.
Fotos: detenciones de nuestras compañeras y compañeros del SEK el 06/12/2020