Kadijatu Dem Njie
El 28 de junio se celebra el día del Orgullo, en conmemoración de los disturbios de Stonewall (Nueva York) de 1969. Este acontecimiento marca un antes y un después en la lucha por los derechos de las personas LGTBI+.
Aprovechando esta fecha queremos recordar dos figuras que estuvieron en el corazón del movimiento de liberación LGTBI+: Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, que tenían tan solo 17 y 23 años cuando ocurrieron los disturbios.
Rivera y Johnson buscaron ampliar la lucha contra la opresión a una lucha más global dirigida a combatir el sistema. La política radical y revolucionaria de estas dos activistas jugó un papel crucial en el desarrollo de los movimientos LGBTI+. Los avances que hemos logrado hoy se deben en parte a ellas.
Sylvia Rivera
A menudo se pasa por alto la figura de Sylvia Rivera en los libros de historia, pero fue una de las activistas más influyentes de su generación.
Rivera nació en una familia latina pobre en Nueva York en 1951 y tuvo una infancia trágica. Cuando tenía tres años, su madre soltera se suicidó, dejándola huérfana al cuidado de su abuela.
A los 11 años, su abuela la echó por la forma en que presentaba y expresaba su identidad de género. Se encontró sin hogar y obligada a prostituirse para sobrevivir. Rivera encontró refugio en un grupo local LGTBI+ donde adoptó el nombre de Sylvia.
Un año después de los disturbios de Stonewall a la edad de 18 años, se unió a la Gay Activists Alliance (GAA). Fue una escisión del Frente de Liberación Gay (GLF), el movimiento nacido de los disturbios de Stonewall.
Pero el radicalismo de Sylvia creció con el tiempo y se involucró en una miríada de movimientos a lo largo de la década de 1970. Incluyendo la lucha por los derechos de las personas negras junto a las Panteras Negras, el movimiento contra la guerra en Vietnam y la lucha por la liberación de la mujer. Fue durante este tiempo que desarrolló la creencia de que la resistencia efectiva debe unir diferentes luchas.
Juntamente con Marsha P. Johnson formaron la Street Transvestites Action Revolutionaries (Star), organización centrada en ayudar y acompañar a personas LGTBI+ sin hogar. Su trabajo fue reconocido mucho más tarde con la aprobación de la Ley de Orientación Sexual y No Discriminación, conocida como la ley Sylvia Rivera, en 2002. Legislación que previene la discriminación contra las personas LGB en “empleo, vivienda, instalaciones públicas, educación, crédito y ejercicio de los derechos civiles” en Nueva York.
Rivera solía pronunciar discursos que se consideraban “controvertidos” en las manifestaciones. Abogó porque el movimiento de liberación gay de entonces adoptara una posición más radical, lo que a veces la hizo bastante impopular.
Debería ser recordada por su compromiso por un cambio radical de la sociedad para lograr la verdadera liberación, cuando el mundo estaba fuertemente en su contra.
Marsha P. Johnson
A menudo se cita a Johnson como la primera persona que arrojó un ladrillo a la policía durante los disturbios de Stonewall. Lanzara la primera piedra o no, es incuestionable que jugó un papel clave en la fundación del movimiento de liberación por los derechos LGTBI+.
Marsha nació en una familia de clase trabajadora negra. A una edad temprana comenzó a experimentar con su presentación de género, pero tuvo que parar debido al acoso y a los comentarios negativos de su madre. No experimentó más con su sexualidad o identidad de género hasta que se fue a Nueva York a la edad de 17 años, según se cuenta con 15 dólares y una bolsa de ropa.
Johnson era una habitual del bar Stonewall Inn y participó activamente en los disturbios de 1969. Los disturbios en sí fueron en respuesta a una redada policial violenta, una situación con la que se encontraban los locales LGTBI+ con regularidad. Duraron unos dos días e involucraron a alrededor de mil manifestantes. Muchos de ellos procedían de entornos pobres y marginados. Los disturbios impulsaron el radicalismo dentro del movimiento, con la formación de grupos de derechos de los homosexuales en distintas ciudades.
En el caso del Estado español se creó el Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH) en 1970, primera organización en la defensa de los derechos de la comunidad LGTBI+ en el territorio español.
Después de Stonewall, Johnson estuvo involucrada en diferentes acciones y protestas primero como miembro del GLF y luego del STAR.
Tanto a Johnson como a Rivera se les prohibió asistir a algunas marchas del Orgullo, debido a su apariencia poco convencional e ideas políticas. Su respuesta, para gran decepción de los activistas moderados, fue participar de todos modos.
El aumento de los ataques LGTBIfóbicos y el recorte en los derechos del colectivo en todo el mundo muestran que las reformas no son suficientes.
Por eso las ideas de Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson son tan relevantes en la actualidad. Vieron las luchas de las personas LGBTI+ como una lucha revolucionaria que exigía un cambio de sistema, incluso si no se identificaban explícitamente como socialistas.
Cuando distintas empresas intentan hacer del Orgullo un negocio, tenemos que proponer una alternativa radical que se base en la lucha y la solidaridad. Deberíamos aprender cómo ellas vincularon la lucha por la liberación LGBTI+ con otras luchas contra la opresión.