- Entrevista con Rick Blackman sobre su nuevo libro Babylon’s Burning: Music, Subcultures & Anti-Fascism in Britain 1958-2020, (Babilonia en llamas: Música, subculturas y antifascismo en Gran Bretaña 1958-2020), Bookmarks publications, 2021
P: ¿De qué hablas en el libro?
R: El libro es un estudio sobre cómo se ha utilizado la música para presentar argumentos y organizarse contra el fascismo en el Reino Unido en los últimos 70 años.
Descubrí una historia “perdida”, un grupo de artistas de finales de la década de 1950, la Campaña de Estrellas por la Amistad Interracial (Stars Campaign for Interracial Friendship, SCIF). Organizaron un movimiento musical contra los fascistas que operaban en el área de Notting Hill en el oeste de Londres, antes y después de los llamados disturbios raciales de 1958. Noté las similitudes entre este grupo y otra organización musical de la década de 1970 Rock Against Racism (RAR) y la actual oposición musical al racismo Love Music Hate Racism (LMHR).
Los tres grupos utilizaron eventos, conciertos, carnavales, discos, fanzines, los medios de comunicación y la “celebridad” de algunos de sus miembros para resaltar el rechazo al racismo y al fascismo.
El libro también detalla cómo la música ha sido parte de una campaña más amplia en la que participan grupos antirracistas y antifascistas para construir una resistencia general frente a la extrema derecha y analiza las diversas tácticas utilizadas para combatir a los fascistas, qué han tenido éxito y qué no.
Finalmente, el libro analiza cómo algunas subculturas, Punk, Reggae, Mod y Skinheads han sido un elemento esencial, tanto de la violencia fascista hacia las minorías, como de la izquierda y la resistencia a esta violencia.
P: ¿Cuál es la relevancia de estas organizaciones musicales antifascistas en la actualidad?
R: La amenaza del fascismo sube y baja.
Mucha gente en Gran Bretaña piensa que cada 10-15 años surge espontáneamente una nueva organización fascista. Si bien las razones específicas por las que crecen nuevos grupos fascistas pueden cambiar, la esencia del crecimiento del grupo es siempre la misma: el racismo y el rechazo a la izquierda.
Aunque pueden desaparecer de la vista durante un período de años, cada organización fascista tiene vínculos con las anteriores. El nuevo liderazgo siempre está vinculado al liderazgo anterior.
Necesitamos entender qué es el fascismo, cómo funciona y cómo crece para derrotarlo.
La cultura es parte de nuestro arsenal contra ella. Las organizaciones musicales de las cuales hablo en el libro son una parte integral de la lucha más amplia contra el fascismo.
Si bien es necesario en determinados momentos confrontar físicamente al fascismo en las calles, no es la única táctica que tenemos. Hay mucho trabajo que se puede hacer en otros campos, en este caso utilizando la cultura para oponerse a la extrema derecha.
Las manifestaciones organizadas por los partidos fascistas suelen estar pobladas por los racistas y fascistas más comprometidos. La tarea del ala cultural del movimiento contra el fascismo, los grupos que trabajan con la música, es evitar que los racistas más blandos pasen al núcleo duro de fascistas incondicionales.
P: ¿Qué fue diferente en la forma en que estos grupos políticos utilizaron la música?
R: Lo primero y más importante es que los tres grupos tenían una visión basada en la participación de las personas desde abajo, de “hazlo tú misma/o”.
SCIF era una organización mucho más pequeña en la década de 1950, pero desde sus inicios querían involucrar a jóvenes de los clubes juveniles y lograr que la gente organizara eventos por sí misma.
Cuando apareció el RAR en la década de 1970, hizo exactamente lo mismo, pero a escala nacional. Había una oficina central a la que escribían personas de todo el país (todo esto antes de Internet) y preguntaban dónde estaba su grupo RAR más cercano. ¡Les dijeron “eres tú”! A las personas se les dieron algunos consejos sobre cómo establecer un grupo RAR local para que lo pudieran hacer ellas mismas.
Desde el principio, se insistió, siempre que fuera posible, en que tocaran bandas negras y bandas blancas en los conciertos. Entonces esto significaba bandas de Punk y Reggae. Se realizó un esfuerzo consciente para reunir a los jóvenes, en blanco y negro, en la audiencia y en el escenario.
La amenaza fascista retrocedió tras las elecciones generales del Reino Unido de 1979 y en 1981 el RAR se disolvió.
En julio de 1981 se celebró un carnaval final en Leeds, una ciudad del norte de Inglaterra. La banda de ska, The Specials de la discográfica antirracista Two Tone, lo encabezó.
Esta fue la culminación del RAR, no solo una audiencia con gente blanca y negra o diferentes bandas blancas o negras, sino una banda con un poderoso mensaje antirracista formada por artistas blancos y negros.
En todo caso, el aspecto primordial de los tres grupos era y es que la gente joven debe sentirse como parte integrante de estos movimientos, tener la música que quieran y organizar las cosas ellos mismos.
P: ¿Qué está pasando hoy en el Reino Unido con respecto a la música antirracista?
R: LMHR se formó en 2002 en oposición al crecimiento del Partido Nacional Británico (BNP), otra organización fascista, a la que le estaba yendo muy bien en las elecciones. Hace algo muy similar a SCIF y RAR y organiza conciertos a nivel local. El énfasis nuevamente está en la autoactividad, logrando que los jóvenes de todo el país formen grupos LMHR en sus propias escuelas, colegios y universidades, pueblos y ciudades. Esto podría significar eventos masivos en estadios de fútbol con actos establecidos o conciertos locales con bandas sin contrato o DJ y raperos.
Pero lo importante es concentrarse en la música y los artistas que les interesan a los jóvenes y orientar a las personas para que organicen conciertos ellos mismos. Hoy en día también se trabaja mucho en actos de transmisión en línea tan diversos como Ed Sherran, Stormy y Rita Ora, todos con camisetas de LMHR y cantando canciones en apoyo al antirracismo. The Beautiful Resistance fue un evento de este tipo en 2019 que combinó la campaña en línea con conciertos por todo el país.
P: ¿Cómo puede la cultura ayudar a socavar el fascismo?
R: La música es muy poderosa, afecta a todas las generaciones, razas y religiones. Además de ser divertido, demuestra claramente cómo el mundo está indisolublemente ligado a través de la música. Flamenco, Jazz, Pop, Blues y hoy el Hip Hop muestran cómo la música trasciende las fronteras y culturas nacionales y es parte de un mundo multirracial y multicultural que debe celebrarse.
Como antifascistas, podemos usar la música para unir a las personas y mostrar cómo la extrema derecha busca destruir nuestra herencia compartida. Lo más importante es que la música y la cultura pueden evitar que las personas caigan en el racismo y la intolerancia, al explicar cómo los fascistas siempre se oponen al intercambio y la fertilización cruzada de todas las culturas.
P: ¿Cómo se relaciona el libro con España en 2021?
R: Como se mencionó, la lucha contra el fascismo no es algo singular. El crecimiento de VOX, un movimiento abiertamente fascista en el Estado español tiene ecos en toda Europa y en menor grado en América con Donald Trump y los Proud Boys. En el Estado español, se pueden adoptar muchas de las tácticas exitosas utilizadas por los antifascistas en el Reino Unido.
Sí, tenemos que enfrentarnos físicamente a los fascistas, pero hay mucho trabajo que se puede hacer paralelamente a esto para generar confianza en la gente de nuestro lado, que les ayude a participar políticamente, pero al mismo tiempo socavar la confianza de aquellos en la periferia de la extrema derecha.
Por ejemplo, el libro detalla las tácticas que LMHR utilizó como parte de la campaña para derrotar a la fascista English Defense League (EDL) en 2010.
Además de organizar conciertos para recaudar fondos y unir a la gente, LMHR también organizó entre bastidores. Cuando la EDL anunció sus puntos de reunión antes de su intención de manifestarse a través de un área predominantemente asiática de Londres, LMHR junto con Unite Against Fascism (UAF) recorrieron los pubs y bares en los que tenían la intención de reunirse para explicar a los gerentes y a la gente de los pubs quién era la EDL y lo que representaban. Si dicho pub/bar permitía que los fascistas se reunieran, LMHR organizaría un boicot a ese mismo bar más tarde.
Asimismo, la EDL intentó reunirse en una importante estación de tren antes de su manifestación. LMHR con UAF se puso en contacto con el sindicato de trabajadores de la estación y sugirió una huelga o la negativa a trabajar por motivos de salud y seguridad en caso de que los fascistas intentaran reunirse.
Las lecciones de estas tácticas son claras en el Estado español hoy, nos oponemos al fascismo en todos y cada uno de los frentes. Los eventos musicales son una forma de unir a la gente, especialmente a aquellos que no se identifican fácilmente como “políticos”, y les explican lo que sucede a su alrededor y los animan a actuar contra el racismo y el fascismo.
Muchas personas también están alienadas con los políticos institucionales y un mensaje político que provenga de un músico o cantante antirracista puede tener mucho más efecto. Los conciertos musicales antirracistas no solo son un lugar donde las personas pueden sentirse seguras en un entorno antirracista y discutir sobre política, si lo desean, también son un lugar donde las personas pueden beber, bailar y divertirse… ¡esto también es muy importante!
La foto principal es de The Clash en el primer Carnaval de Rock Against Racism y Anti Nazi League, abril de 1978. La segunda es de la banda de reggae, Misty In Roots, en un concierto de RAR en 1979. Foto: Syd Shelton.