Xoán Vázquez

El mundo del trabajo está luchando contra la pandemia con terribles pérdidas. Pérdidas de seres queridos, de miles de personas que viven indefensos frente al virus, de millones de personas que pierden sus empleos.

Pero los gobiernos tienen otras prioridades. No tienen nada más que ofrecer que la medida primitiva de cuarentena. Faltan médicos y enfermeras, unidades de cuidados intensivos para hospitales, no hay refugios para las personas pobres y refugiadas, no hay dinero para quienes se quedan sin trabajo.

Como si no hubieran pasado tantos siglos desde la época de la plaga que arrasó Europa en el siglo XIV. La ciencia ha dado pasos agigantados, ha logrado que se pueda teletrabajar desde casa, pero la investigación en salud pública ha sido abandonada en manos de las grandes compañías farmacéuticas que solo se preocupan por obtener beneficios. Y entonces los gobiernos dicen que no hay soluciones más allá de la antigua medida de cuarentena con nombres “modernizados”: encierro, distanciamiento social y similares.

Sus abominaciones, sin embargo, no se detienen aquí. Ya han comenzado las amenazas sobre quién pagará el costo de la crisis económica En esencia, de lo que se está hablando es una “contrarreloj” con todas las medidas conocidas: recortes en pensiones, gastos en educación e incluso depósitos para salvar a los bancos.

Los/as trabajadores/as de la sanidad están a la vanguardia en todas partes. Se juegan sus vidas todos los días y exigen refuerzos en esta lucha no solo para ellos sino para todo el mundo en peligro.

Con motivo de la fundación de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada 7 de abril se viene celebrando el Día Mundial de la Salud.

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Desde la Red Europea contra La Privatización y Comercialización de la Salud y Protección Social, no se quiere dejar pasar este día para reclamar que, ante una emergencia como la que estamos experimentando, ahora está claro que “sólo una intervención de salud fuera de las leyes de mercado, administrada y financiada por el sistema público, es lo suficientemente fuerte como para proteger a toda la población, de manera generalizada; hay que realizar campañas de prevención coordinadas. La prevención en última instancia reduce el número de personas enfermas, lo que no es de interés para un sistema de salud con fines de lucro. Y ahora mismo además, la pandemia ofrece oportunidades de negocio para que algunos actores se beneficien de la compra de equipos y medicamentos, provisión de pruebas, etc.”

La iniciativa para un día de acción conjunto el 7 de abril, un día dedicado oficial y globalmente a la salud, con un paro laboral y reuniones a las puertas de los hospitales, es una lucha que merece el apoyo de todos nosotros.

Cada trabajador /a, cada sindicato debe apoyar el éxito de esta acción. Y al mismo tiempo para comenzar a difundir este ejemplo en todas las áreas.

Queremos aquí y ahora medidas de protección para todas/os, suministros vitales para la población en alimentos, energía, comunicación. Exigimos que la mano de obra mensual no pierda ni un solo euro en los lugares que están cerrados. Priorizamos las necesidades humanas sobre las ganancias.


Hay más fotos de las protestas hoy en Grecia en la página de Facebook de nuestra organización herman allá: https://www.facebook.com/ergatiki/