1. Donald Trump, al ordenar el asesinato de Qassem Soleimani junto a otros líderes militares iraníes e iraquíes, ha cometido un acto de guerra que podría incendiar Oriente Medio.

2. Los asesinatos fueron motivados, sin duda, por cálculos políticos a corto plazo por parte de Trump, pero pertenecen a la fase más reciente de la crisis de dominación estadounidense de la región.

3. Esta crisis se remonta a la invasión estadounidense y británica de Irak en 2003. La destitución de Saddam Hussein y la derrota de la ocupación crearon un vacío de poder que muchos estados de la región de Oriente Medio y el Norte de África (MENA) —Irán, Israel, Arabia Saudita, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos— y las potencias externas, sobre todo Rusia, han intentado explotar. Sus rivalidades han provocado una serie de conflictos peligrosos y sangrientos: en Siria, Yemen y Libia. El acuerdo sobre el gasoducto, respaldado por Estados Unidos, entre Grecia, Chipre e Israel está avivando aún más las tensiones entre estos estados y Turquía.

4. El régimen de la República islámica de Irán fue uno de los principales beneficiarios de la retirada del poder estadounidense en Oriente Medio. Soleimani fue un actor importante en un territorio que se extiende desde Irak a través de Siria hasta el Líbano. Irán ha desempeñado un papel contradictorio, orquestando simultáneamente la resistencia a Estados Unidos e Israel y apoyando al bárbaro régimen de Assad en Siria, así como a los gobiernos corruptos y sectarios de Irak y el Líbano.

5. Es cierto que Estados Unidos ha dado pasos atrás, pero no está dispuesto a renunciar a su dominio en Oriente Medio. Trump revirtió la política de Barack Obama hacia Teherán, reemplazando la conciliación por la confrontación. Pero hasta ahora ha tenido cuidado para evitar la guerra, concentrándose en imponer “presión máxima” mediante la intensificación de las sanciones económicas. El régimen iraní, sin embargo, encontró formas de tomar represalias, por ejemplo, apuntando a las instalaciones petroleras sauditas o utilizando su influencia en Irak. Matar a Soleimani es menos una demostración del poder estadounidense que un gesto petulante ante sus limitaciones.

6. Sin embargo, fue una medida extremadamente peligrosa, y no simplemente porque Irán tomará represalias, potencialmente desatando una reacción en cadena con Estados Unidos. El interés de otras potencias imperialistas en explotar la crisis del poder estadounidense en Oriente Medio lo demuestra el reciente ejercicio naval conjunto en el Golfo de Omán por parte de China, Rusia e Irán.

7. Condenamos el ataque estadounidense y cualquier agresión adicional y nos opondremos a una guerra con Irán. Cualquier guerra dirigida o instigada por Estados Unidos contra Irán sería absolutamente horrenda por sus consecuencias inmediatas y causaría daños incalculables en toda la región. Las intervenciones imperialistas sólo han servido para convertir Oriente Medio en una devastada zona de guerra permanente. En lugar de enviar más tropas a la región, Estados Unidos —junto con Gran Bretaña, Francia y Rusia— deberían retirar todas sus fuerzas de la región. Codo con codo con otra gente, nos movilizaremos contra el peligro de la guerra.

8. También rechazamos la idea de que cualquiera de las potencias sub-imperiales que rivalizan en la región ofrezcan una solución progresista. En los últimos meses se han realizado protestas masivas contra la pobreza, la corrupción y el sectarismo en Irán, Irak y el Líbano. El asesinato de Soleimani puede ayudar a las clases dominantes de estos países a restablecer el orden sobre una base nacionalista. Nos oponemos a todos los intentos de las clases dominantes locales de fomentar conflictos entre los diferentes pueblos de la región.

9. La verdadera solución a la explotación y la opresión que sufren la gente trabajadora, la gente pobre urbana y el campesinado de la región, está en sus propias manos. Los levantamientos árabes de 2011 ofrecieron una visión del potencial revolucionario representado por su capacidad de luchar desde abajo. Trabajamos por una renovación de estas luchas, que finalmente puedan romper el control del imperialismo y el capitalismo sobre esta región.

Corriente Socialismo Internacional (IST),
5 de enero de 2020

La IST es una corriente internacional de organizaciones socialistas revolucionarias, incluyendo la red Marx21 en el Estado español. Más información: https://marx21.net/enlaces/.

La versión en inglés de esta declaración está en la web de la corriente: http://internationalsocialists.org/wordpress/2020/01/ist-statement-on-trump-and-iran/