Santi Amador
Como cada año, la semana del 4 al 7 de julio tuvieron lugar las jornadas de Marxism (Marxismo) en Londres organizadas por el Socialist Workers Party, la organización hermana de Marx 21 en Gran Bretaña. Según fuentes de la organización, a lo largo de todos los días pasaron por las mismas entre 2.500 y 3.000 personas, cifra nada desdeñable tratándose de un evento donde se plantean salidas anticapitalistas ante la irracionalidad de un sistema económico y social depredador.
En este escrito pretendo dar una visión personal de distintas charlas a las que asistí (había hasta nueve charlas simultáneas, en cinco bloques entre las 10h y las 20.30h, y en algunas no se podía entrar porque el aforo se había completado previamente). Creo que aportaron teoría y prácticas interesantes para los retos del presente.
En primer lugar, hubo varias charlas que trataron de la crisis ecológica actual (cambio climático, “superpoblación”, etc.) y movimientos sociales como Extinction Rebellion que pretende movilizar a las mayorías para frenar la destrucción del planeta. Como se insistió en varios mítines a lo largo de los días, la huelga estudiantil convocada para el 20 de septiembre a nivel internacional debe ser acompañada por los sindicatos y organizaciones de la clase trabajadora para que realmente sea un paro laboral y presionemos con mayor efectividad a la clase dominante. Como bien plantea el movimiento, no tenemos un planeta B.
La lucha contra el fascismo, el racismo y la xenofobia ocupó también varias sesiones. Organizaciones fascistas como el Frente Nacional en Francia, el Jobbik en Hungría o de ultraderecha con sus distintos matices como puedan ser el UKIP y el Brexit Party en Gran Bretaña o VOX en el Estado español precisan de una estrategia unitaria para combatirlas. No basta con presentar un estupendo programa de transformación social, hace falta formar un frente único (como han hecho siempre los revolucionarios y revolucionarias y hacemos hoy en día cuando luchamos por una sanidad o educación dignas) en el que los revolucionarios estemos codo con codo con la izquierda y sindicatos reformistas, asociaciones de inmigrantes y LGTBI+, el movimiento feminista, etc. o con cualquiera que defienda los derechos humanos y las libertades democráticas que tanto nos ha costado conseguir. Experiencias como las de Grecia o Gran Bretaña demuestran la utilidad de este tipo de movimientos, frente al desastre francés. En el Estado español necesitamos con urgencia frenar a VOX y sus ideas, extendiendo el modelo de Unitat Contra el Feixisme i el Racisme, presente en Catalunya, a más territorios.
La lucha unitaria planteada con anterioridad, no significa ocultar o renunciar a nuestras ideas. Como se dijo en una de las charlas el principio de fronteras abiertas no es negociable. Se trata de un principio socialista que gente de la izquierda reformista no va a compartir, pero que no debe impedir que podamos trabajar en un frente único. Como revolucionarios, pensamos que la clase trabajadora no debería tener fronteras y apoyamos de manera entusiasta la labor de personas como el bombero andaluz Miguel Roldán, que participó en las jornadas. Ahora está perseguido por la justicia italiana por salvar personas que pretenden vivir con dignidad y acaban ahogadas en el Mediterráneo por culpa de unas instituciones racistas.
Los recientes levantamientos en Sudán y Argelia han vuelto a poner encima de la mesa la posibilidad y la urgencia de la revolución para llevar a cabo cambios profundos. De la misma manera que los levantamientos populares que se han sucedido en esta última década en distintos países del norte de África y Oriente Medio (procesos aún en disputa y dónde las contrarrevoluciones van ganando de momento) en estos países han echado a sus respectivos dictadores. Como se pudo ver en las sesiones, el protagonismo de las mujeres en estos levantamientos ha sido clave, desmintiendo la visión racista y colonial de que las mujeres musulmanas son sujetos sin iniciativa y capacidad de pensar así como actuar por sí mismas.
Los debates del Brexit y la UE también son útiles para los tiempos presentes y los que están por venir. Por una parte el Brexit desmonta los mitos de que no querer estar en la Europa del Capital sea únicamente una visión racista o de la ultraderecha. Lo cierto es que los medios de comunicación fomentan esto y buena parte de la izquierda ha comprado ese discurso (dejando el campo libre a que la crítica a la UE venga desde posturas reaccionarias). Sin embargo, el Brexit tiene un componente popular y anti élites. La experiencia griega y la derrota de Syriza en las últimas elecciones demuestran que la Troika (Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea) no es una alternativa para las clases populares del continente.
No son debates abstractos, pues con una educación cada vez más cara, una sanidad deteriorada o el precio desorbitado del alquiler y la vivienda la urgencia de una Europa social, es cada día más urgente. Las noticias de las últimas semanas en el Estado español, con un PSOE fiel al régimen e impidiendo cualquier mínima concesión (véase que incluso las capitulaciones de Unidas Podemos no son suficientes para las élites) demuestran la necesidad de la construcción de organizaciones revolucionarias independientes, que aunque no renuncien a la lucha electoral, no la consideren la única y más importante tarea para la superación del sistema.
No pretendo seguir extendiéndome, pues hubo otras cuestiones que se trataron como la extrema derecha y como ésta afecta a las mujeres, las luchas de los chalecos amarillos en Francia, la liberación de las personas trans, la historia de la Revolución portuguesa, etc. que merecerían seguir escribiendo.
Sólo animar a las personas que leéis estas líneas a buscar información para colaborar o unirse a Marx 21 para, a través del debate fraterno, aportar ideas para impulsar los distintos movimientos desde la base, para que los argumentos que aportamos y nos aportaron en Marxism no se queden en unas jornadas y sirvan para afrontar los retos que tenemos por delante.
Santi Amador es militante de Marx21
Reblogueó esto en Ecologia, sentido y cultura..