Publicamos estas reflexiones sobre los resultados electorales en Mallorca, de Aligi Molina, un activista que fue concejal en Palma en el mandato anterior.
 
Aligi Molina
No tengo estudios de politología ni de sociología. Solo de psicología. Nunca he hecho política con la calculadora y siempre la he hecho con el corazón. Eso me ha llevado a equivocarme tácticamente mil veces pero siempre he defendido la misma estrategia. No he ocultado mis valores políticos aunque siempre hubo alguien para avisarme de que eso no daba votos.
Desde ahí quiero compartir algunas impresiones generales sobre la jornada de ayer para las islas y sobre todo para Palma. Ojalá haya tiempo para debates calmados en espacios de participación real.

  1. La mejor noticia de la jornada es que, tras cuatro años de gobiernos progres, sigue habiendo en las islas una mayoría electoral de personas que se consideran a sí mismas «de izquierdas». La mayoría social de izquierdas me parece mucho más amplia aún.
  2. Lo primero es una buena noticia como constatación sociológica y como resultado político porque se ha evitado el desastre. Alerta: que hubiera gobiernos con miembros de extrema derecha o apoyados en ellos era una posibilidad real.
  3. A pesar de que VOX no decida gobierno alguno hay que activar la máxima de las alertas. Una formación misógina, militarista, racista, LGTBIfóbica y clasista con militantes falangistas no solo no debería tener tantísimo peso sino que no debería ni existir. Aquí tenemos una tarea.
  4. Afirmar que es una buena noticia tener un gobierno mayoritario del PSOE con el apoyo de dos fuerzas de izquierdas que le son subalternas (a diferencia de lo que pasó en 2015) es posible por la amenaza de VOX. Y esto constata, sin paliativos, la muerte definitiva del espíritu del 15M. El cierre, quizá, de lo que algunos entendidos han llamado crisis de régimen.
  5. Creo que no todo se puede explicar por dinámicas estatales ni por el denominado «efecto Sánchez». Creo que la lógica provinciana ha llevado al abandono de la construcción de un arraigo territorial real. Desde mi punto de vista, en eso la victoria del PSIB es material y legítima sobre Podemos y MÉS.
  6. Para mí, una de las claves de todo esto está en la abstención, esto es, en los barrios populares olvidados. Algunos analistas con la calculadora se han pasado cinco años girando el timón de un lado a otro con el ánimo de rascar votos a C’s, al PSOE o a no sé quién. Creo que a veces la política va de algo más real que de análisis estadísticos. Va de construir realmente en los barrios y con la gente, estar presentes en sus luchas y sus necesidades, explicando los límites de la institución y siendo honestos. Esta es mi crítica principal al que es aún a día de hoy mi proyecto. Y eso no lo pueden hacer personas de forma voluntarista. Para eso hace falta una organización que dedique recursos a esa ardua labor.
  7. Ninguna de las fuerzas de izquierdas ha sido capaz de ofrecer un trabajo sistemático –en la línea del punto 6– pero enfocado de forma singular en la diversidad étnica de Palma. Palma es una de las ciudades más diversas culturalmente del Estado. Y de eso a penas se ha hablado durante la campaña. Y cuando se ha hecho, ha sido para vomitar racismo e islamofobia. Aquí otra tarea fundamental.
  8. El feminismo y el ecologismo han de ser, desde mi punto de vista, los pilares de la construcción de cualquier proyecto político que se pretenda, a partir de aquí, transformador. ¿Os imagináis escuchar y atender por una vez lo que dicen estos movimientos?

Hay muchas más cosas a comentar. Ojalá consigamos hacerlo con espíritu constructivo, sin ataques personales y en espacios más reales.