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Varios miles de personas se manifestaron por segundo día consecutivo frente al Parlamento húngaro en Budapest para protestar contra un proyecto de ley que permite a las empresas pedirle a su personal trabajar hasta 400 horas extra al año.

Durante la manifestación de hoy en Budapest, se registraron enfrentamientos con las autoridades, quienes respondieron con gas pimienta.

El proyecto de ley, calificado de «esclavista» por los sindicatos, fue aprobado en el Parlamento húngaro, donde es mayoría el partido del primer ministro, Viktor Orban.

Con este proyecto se reforma la norma incluida en el Código del trabajo que permitía un máximo de 250 horas extras de trabajo al año y pasa a 400 horas. Además, permite a los empresarios pagar dichas horas en un plazo de tres años.

Para alguien con una jornada de ocho horas, el nuevo número de horas es el equivalente a una hora de trabajo extra cada día, un día extra de trabajo cada semana, es decir, 50 días adicionales al año.

El Gobierno húngaro aprobó esta reforma para cumplir las exigencias de las multinacionales instaladas en Hungría y en especial los fabricantes alemanes de automóviles.

Oposición y sindicatos han anunciado que seguirán con las movilizaciones contra esta ley que no han dudado en llamar la «ley de esclavos», pues, aseguran que expone a los trabajadores a la explotación por parte de los empresarios.