Xoán Vázquez
“La historia está de nuestro lado y nos llevará de victoria en victoria.” Con estas palabras Steve Bannon, ex asesor del presidente estadounidense Donald Trump, iniciaba su intervención como invitado estrella del Congreso del Frente Nacional en Lille el pasado mes de marzo. “Sois parte de un movimiento que es más grande que Italia, más grande que Polonia, más grande que Hungría”, agregó el estratega populista, ex director de la web de extrema derecha Breitbart News.
Días antes había visitado Italia y Alemania donde celebró reuniones con dirigentes de los grupos de extrema derecha Liga Norte y Alternativa por Alemania (AfD) para exponerles su proyecto de organización denominada “El Movimiento” con la que se propone impulsar movimientos populistas y crear una revuelta populista de derecha en Europa.
Próximo a la “Alt-Right” (“derecha alternativa”), la extrema derecha de Estados Unidos, Steve Bannon expuso su proyecto en sendas entrevistas al New York Times y a la web sensacionalista estadounidense Daily Beast. “Lo único que intento es ser la infraestructura, globalmente, del movimiento populista global”, dijo Bannon.
Como primera etapa; las elecciones europeas de 2019. Como símbolo, el cuartel general de su “Movimiento”, debería estar en Bruselas, capital de la Unión Europea. Antes de las elecciones de 2019, prevé la contratación de diez empleados, incluidos varios expertos en opinión y comunicación.
“El Movimiento” podrá ofrecer encuestas, consejos y reflexiones a las personas del espectro político de la “derecha populista” que no tienen organizaciones bien consolidadas para apoyarlos. El objetivo de Steve Bannon es claro: competir con la fundación del multimillonario estadounidense George Soros, Open Society, al que Bannon califica como de izquierdas. “Soros es brillante”, dice Steve Bannon, “es el diablo, pero es brillante”.
El Estado español parece que no va a quedar fuera del proyecto de Bannon. Es lo que asegura Slate, un digital estadounidense que pertenece a The Washington Post Group, en un reportaje que firma Darren Loucaides. El artículo explica que Vox es una formación de extrema derecha creada en 2014 por “desencantados” del PP pero que no ha logrado suficiente apoyo para tener representación parlamentaria. Sin embargo, resalta que Bannon, al que denomina el “Darth Vader” de la política internacional, parece creer que esto puede cambiar y ha aceptado visitar el Estado español y apoyar al partido de Santiago Abascal para ver si pueden “capitalizar” los problemas del PP que le han llevado a perder el gobierno.

Teórico controvertido

La inspiración europea de Bannon no es ningún secreto. Ha citado a veces a Charles Maurras, el intelectual reaccionario de la mitad de siglo, antisemita, nacionalista y partidario del régimen colaboracionista de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial y a Jean Raspail, monárquico y de derechas, autor de la novela de los años setenta El campamento de los santos. La novela imagina la invasión de Francia por hordas de inmigrantes de piel oscura llegados por mar.
Bannon estaba en Londres en el momento de la visita de Donald Trump a Europa, según varios medios, estableciendo su cuartel general en un hotel de cinco estrellas y recibiendo representantes de los movimientos de extrema derecha en Europa. “Tuve tanto éxito que comenzaremos a reclutar personal”, se jactaba ante los periodistas. Las últimas elecciones en Europa con la reelección de Viktor Orban en Hungría, la llegada al poder en Italia del movimiento de extrema derecha de la Liga (junto a los populistas del Movimiento 5 Estrellas 5), la entrada del FPÖ en el gobierno austriaco parecen entusiasmar a Steve Bannon.
“Italia es el corazón de la política moderna”, dijo. “Si funciona, puede tener éxito en cualquier lugar”.
Y el polémico teórico de Donald Trump —apodado “Presidente Bannon” cuando estaba asesorando al inquilino de la Casa Blanca— hizo una predicción: “Van a tener estados nación individuales con sus propias identidades, sus propias fronteras.”
Tendremos que seguir estando activos y alerta ante la amenaza real que representa la reactivación del racismo y el fascismo.