Panos Garganas
Trabajadores/as de los sectores público y privado han participado hoy masivamente en la jornada de huelga general convocada por las dos mayores federaciones sindicales que luchan contra la austeridad impuesta por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El gobierno de izquierda de Syriza ha acordado un programa de austeridad de grandes recortes y privatizaciones para pagar las deudas de Grecia. La UE y el FMI exigen que Grecia pague más de 57 mil millones de euros en reembolsos de préstamos e intereses en los próximos cuatro años.
Pero incluso con esta terrible austeridad, el gobierno solo puede encontrar 22 mil millones. Está en un aprieto y está tratando de apretar a todos más.
La gente no está preparada para aceptar más austeridad. Los/as trabajadores/as de la electricidad y el transporte luchan contra la privatización y hay también hay luchas contra la escasez de personal en las escuelas y hospitales. La compañía pública de electricidad estatal se está desmantelando. Algunas partes se están vendiendo y el resto está siendo atacado con medidas privatizadoras. Las centrales eléctricas dicen que 2.000 personas serán despedidas.
Hay una batalla similar de trabajadores/as de autobuses en Atenas que también se enfrentan a la privatización. Extenderán la jornada de huelga un día más.
La gente de mar se ha unido mayoritariamente a la huelga, por lo que han sido muy pocos los transbordadores entre las islas griegas. Los empleadores de ferry y el gobierno están presionando para precarizar y flexibilizar sus condiciones de trabajo.
También se han adherido a la huelga las plantillas de los medios de comunicación como es el caso de los/as trabajadores/as del canal de televisión estatal ERT que están exigiendo una mejora en sus condiciones de trabajo. ERT se cerró hace unos años como parte del acuerdo de rescate. Han vuelto a trabajar bajo el gobierno de Syriza y quieren recuperar lo que les fue robado.
Todo esto significa que la presión desde abajo fue la que obligó a los líderes sindicales a convocar la huelga, aunque están tratando de disfrazar la jornada como algo diferente a una huelga general. Los líderes de las dos federaciones sindicales en connivencia con algunos empresarios están tratando de presentar la huelga como un día de acción ciudadana. Dicen que los impuestos, por ejemplo, son malos tanto para los/as trabajadores/as como para los empresarios.
Efectivamente están tratando de mitigar el golpe de la huelga porque se avecinan elecciones.
La oposición de derecha a Syriza, Nueva Democracia, conservadora, dice que la respuesta a la deuda de Grecia es más crecimiento. Para ellos eso significa reducir los impuestos a las empresas para que los patrones tengan un motivo para invertir.
Su programa es que dar a los patrones una tasa impositiva más baja significará más empleos y compensará los recortes en el sector público.
Syriza no lo dice de esa manera exactamente, pero también acepta esta lógica. Syriza dice que si finalizamos el acuerdo de rescate en agosto y logramos obtener préstamos en el mercado financiero internacional, podemos comenzar a corregir algunas de las injusticias.
Lo primero de lo que hablan es de reducir los impuestos. Efectivamente, tanto el gobierno como la oposición de derecha se centran en dar «incentivos» para que los empresarios hagan inversiones. Para Syriza ya no se trata de desafiar la austeridad, sino de aceptar su lógica.
Depende de las organizaciones a la izquierda de Syriza plantear los argumentos sobre la cancelación de la deuda, untema que está pasando a primer plano. Si el gobierno se niega a pagar los más de 57 mil millones, puede financiar todos los servicios y todas las demandas de los trabajadores.
El argumento a favor de la huelga es muy aceptado. La gente no está preparada para aceptar más austeridad. En términos de si podemos cancelar la deuda, la gente tiene dudas al respecto, principalmente porque Syriza prometió hacer eso y se echó atrás.
Pero no importa lo que digan los líderes sindicales, ésta es una huelga laboral y su éxito abre el camino para desafiar el pago de la deuda.
Los jefes de la UE y los banqueros están en una posición débil. Si,como ha ocurrido hoy en las calles de toda Grecia, los desafiamos sobre el pago de la deuda, eso alentará las huelgas en Francia, en Italia, en el Estado Español y en toda Europa.
No son tan fuertes; no deberíamos tenerles miedo.


Panos Garganas es un militante destacado de Sosialistiko Ergatiko Komma (SEK), organización hermana de Marx21 en Grecia